Sociedad

LA SOJA NO ES CÓMO EL TRIGO

por Víctor José Del Vento Grela

En esta época densa de gauchos 4 x 4 contra un gobierno que no será La República de los Niños, pero en el caso del campo sabe con quién le toca lidiar y porque; la soja mata. Aprendámos un póco cómo -y perdón Profe Ostroski, pero el otro día me quisieron enchufar un hueso de soja-

Jorge Rulli es experto en desarrollo sustentable y fundador del Grupo de Reflexión Rural (GRR), que nació a mediados de los ’90 para debatir e investigar sobre los patrones impuestos por el capitalismo globalizado, sus causas y consecuencias. En el reinado del menemato -y de los que lo siguieron-, el grupo se paró de manos contra “el modelo agroexportador basado en la producción de soja y maíz transgénicos”, y para no ser sólo parte del problema y si de la solución, propuso un «rediseño poblacional del territorio», políticas de soberanía alimentaria, «desarrollos locales con mercados de pequeños productores» y «recuperación de semillas como estrategia para superar el dominio que ejercen las transnacionales» sobre la agricultura argentina”

El Ingeniero Jorge Rulli proponiendo sembrar conciencia

También se refirió, con muy pocas esperanzas en que funcione, a la comisión estatal para seguir las enfermedades en zonas de fumigaciones (el famoso zorro que cuida el gallinero que le dicen). Hace rato la vienen peleando con una campaña llamada; «Paren de Fumigar» que lucha contra el uso de agrotóxicos en poblaciones vecinas a cultivos transgénicos y mantiene un importante banco de datos sobre los efectos negativos de pesticidas tales como el glifosato.

Hasta el momento, el GRR registra rigurosamente testimonios de lugares cómo: Ituzaingó Anexo, Montecristo y San Francisco, en Córdoba; Las Petacas y San Lorenzo, en Santa Fe; y Los Toldos, en Buenos Aires. Las pruebas a la vista, en el barrio Ituzaingó Anexo, se registran -con los testimonios y los registros a nivel nacional e internacional-, 200 casos de cáncer sobre una población de 5.000 personas. El propio Rulli denunció penalmente en Comodoro Py por «Contaminación Masiva» y pidió una medida cautelar para suspender o limitar la comercialización y uso de agrotóxicos a nivel nacional hasta que se realice una revisión general de las autorizaciones concedidas.

¿Qué hace falta para parar estos asesinatos?
-Primero que alguien se haga cargo de las muertes, cómo los laboratorios fabricantes de agrotóxicos y los funcionarios. Ordenar el SENASA, que es el reino del descontrol. Pregunté quién audita a los que habilitan los tóxicos. Quienes le han puesto al glifosato que es de baja toxicidad. Nadie. Ni siquiera me pudieron decir quién aprobó eso. El director del área en SENASA es (Eduardo) Butler pertenece a una mafia, que hace como diez años que está. Cuando Bernardo Cané era presidente del SENASA, lo dio de baja junto con un grupo de personas, por corruptos, y un juez los volvió a poner tras un amparo. Desde entonces nadie los mueve. Ahora millones sufren las consecuencias de las decisiones que toman, decisiones que nadie controla ni audita. Sabemos –siempre con pruebas- que el mismo agrotóxico está categorizado diferente: podés comprar el verde, o el rojo que es más barato, pero el contenido es el mismo. Todo eso es negocio. Creemos que hay crímenes de lesa humanidad, y que esto va a terminar igual que los crímenes de la dictadura. Quizá dentro de 10 o 20 años vamos a poder sentar a mucha gente en el banquillo, porque hay muertes, mucha más muertes que las que produjeron los militares. Pero nadie se quiere hacer cargo, porque el éxito del modelo sojero está basado en miles de muertes, en niños nacidos deformes. En el gobierno hay preocupación y algunos me han llamado para decirme que hay que parar esta locura.

¿Hay otra posibilidad?
-Creo que habría que prohibir los agrotóxicos, pero también creo en otra agricultura, de procesos. Habría que empezar por cambiar el INTA, que es el corazón de este modelo. El problema no son los sojeros, sino la UBA y el INTA, donde se cocinó este modelo de escalas con insumo-dependencias.

¿El apocalipsis sojero?

¿En qué provincias hay más casos de enfermedades?
Por lejos, Entre Ríos. Le pregunté a una funcionaria de la provincia de Buenos Aires por qué en Entre Ríos hay tantos muertos y en Buenos Aires no, y me dijo que los que se tenían que morir en Buenos Aires, ya se murieron. No queda nadie. Hay provincias donde las escuelas rurales están en medio de campos de soja, y ahí todavía hay mucha gente para morir. Hay cantidad de docentes rurales enfermas en Entre Ríos, y el sindicato no hace nada. Esta enfermedad no es reversible. Entre Ríos está conociendo los números de los últimos cinco años, entonces estalló el tema. Es el lugar donde hay más casos de deformaciones y cáncer. Hay médicos importantes, pero no pueden hablar.

Hay quienes dicen que si se dejaran de utilizar los agroquímicos habría hambruna mundial
-No es cierto. Es el argumento empresarial y así instalaron estos modelos de agricultura industrial y hay más hambre que nunca. La situación en el mundo es pavorosa, antes había 80 millones de hambrientos, antes de la Primera Guerra Mundial, y ahora hay más de 800 millones. Antes, cada chacarero tenía 10 hijos y estaban muy bien alimentados. Producían menos, pero nadie contaba la comida que consumían ellos, con la que alimentaban a los animales y la que le daban a los parientes en la ciudad. Ahora cuentan lo que sale para el mercado, pero nadie cuenta toda la gente que no come. Antes vivía mucha gente en el campo, y toda esa gente comía, y esa fue la clase media que tuvimos. La próxima generación es de discapacitados. De qué nos sirve, entonces, la cosecha record. Ese es el producto de este modelo. La solución es que la gente vuelva a tener tierras, que se prohíban las fumigaciones para que la gente pueda volver al campo a cultivar sus alimentos.

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