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Idas y vueltas: la historia de YPF

La mejor forma de contextualizar las diferencias entre Argentina y España, con relación a YPF, es advertir que se trata de un diálogo entre sordos. Cualquiera de las ideas expresadas, por uno y otro, pueden ser válidas, el problema es que no comparten puntos en común.

Por caso, amenazar a la Argentina diciendo que la medida de expropiación crea un clima hostil para la inversión extranjera es la nada misma. Luego de declarar el default, aplaudido en pleno por el Congreso Nacional, el país se encuentra fuera de los mercados internacionales desde hace mucho y no da muestra de volver a ellos. Pero eso, lo que para los partidos mayoritarios de España (Partido Socialista y Partido Popular) sería una tragedia nacional, para el Gobierno argentino fue la razón fundamental de por qué el país no sufrió de lleno la última crisis mundial. Incluso la Presidenta recomienda en cada foro internacional (G-20, ONU, OEA, etc.) que los países deben buscar su desarrollo económico por fuera de las lógicas del mercado.

España, tal como está gobernada hoy día, no puede comprender una medida semejante. Los dos partidos mayoritarios han decidido, apoyados y empujados por la Unión Europea, resolver la crisis mediante ajustes que no guardan siquiera las formas para presentarlo a sus ciudadanos. Recortes en los gastos sociales, educación y salud, es la receta que se impone. Todo para recibir los beneficios que aportaría el mercado mediante inversiones que, nuevamente el potencial, crearían puestos de trabajo.

La reacción de España

En un primer momento, la reacción fue nula en cuanto a medidas concretas. Sin embargo el discurso expresado por el canciller español, José Manuel García-Margallo, y el ministro de industria, José Manuel Soria, dejó poco espacio para una solución política. Se sobreentiende que un país haga lobby por sus empresas, que intente defender sus intereses, etc. Pero expresar que “el Gobierno ha dicho que una agresión a una empresa española es una agresión a España, por tanto es una agresión a su Gobierno, por tanto es una agresión a los españoles”, no es proteger intereses económicos. Más bien, se puede entender como la ruptura de las relaciones diplomáticas. Además desconoce que la expropiación, en todo caso, es un conflicto entre un Estado y una empresa privada que resolverán en el marco jurídico donde se desarrolló la actividad comercial.

Las medidas concretas, según lo anunciado por el propio Rajoy y sus ministros, se analizaran el día viernes en una reunión de gabinete. De todas maneras, las decisiones se tomaran en conjunto con la Unión Europea. Dicho organismo supranacional comienza a funcionar como tal en materia de política internacional, claro que es más sencillo encontrar acuerdos cuando la disputa es con un país menor.

EEUU oficializó su apoyo a España. Así lo informó el canciller español luego de reunirse con Hilary Clinton, secretaria de Estado. Vale decir que EEUU no tenía otra opción, hacerse el desentendido en un conflicto semejante podría ser interpretado por otros países como el visto bueno a la expropiación. Muchas de sus empresas alrededor del mundo atraviesan una situación similar a la de Repsol en Argentina. Es igualmente entendible el apoyo unánime de la Unión Europea, todos sus gobiernos tienen una sola prioridad: los mercados.

Posibles represalias comerciales

El Europarlamento le pidió a la Unión Europea que cancele los beneficios arancelarios que posee la Argentina para exportar a la zona común. Tal como lo hizo EEUU hace unas semanas luego de que el país no pagara juicios perdidos contra empresas estadounidenses en el CIADI. De todas maneras, cualquier medida tomada en bloque contra los intereses de Argentina puede ser aprovechada por el Gobierno de Cristina Fernández para presentarla como una agresión comercial y buscar apoyos en la región. Venezuela se pronunció a favor de la medida, sin embargo el gran interrogante es Brasil. Hablamos de la sexta potencia económica a nivel mundial. Tal vez sea el bautismo de fuego del Mercosur, o la UNASUR, a nivel extra regional. Todo dependerá de los discursos y medidas, y cómo se utilicen los errores de uno y otro para presentarlos según los intereses que están en juego.

En Argentina la nacionalización de YPF cuenta con el consenso de la mayoría de los partidos políticos y su población, las diferencias están en qué hacer a partir de ahora. Así todo, los Gobiernos en conflicto deberán sustentar su accionar internacional en el apoyo de sus ciudadanos. Rajoy, que como dijimos antes está en pleno proceso de ajuste económico, cuenta con poco margen. La idea original, y posiblemente la estrategia a largo plazo, es presentar la disputa como un ataque a España. De esa manera, fomentar el nacionalismo y, al mismo tiempo, incorporarle una actitud acrítica sobre su gestión. Todas las declaraciones de apoyo internacional serán ofrecidas a su propia opinión pública como la demostración de que la verdad está de su lado. Ya vimos que los socios europeos o EEUU no tienen alternativa, aceptar la medida argentina los dejaría en una difícil posición a la hora de explicar los planes de ajuste (¿entonces se puede gobernar de otra manera?) o defender empresas en otras latitudes con un accionar incluso más discutible que la propia Repsol.

¿Repsol es España?

La respuesta es simple, no. Ahora bien, la argumentación de la respuesta encuentra las mismas dificultades que tienen los gobiernos para entenderse. Según la lógica española Repsol es (de) España, no importa si el porcentaje más significativo de su paquete accionario está en manos de fondos de inversión de otros países. Porque eso no representa otra cosa que las reglas del mercado. Desde el punto de vista argentino, la nacionalidad de los propietarios de las acciones determina el origen de la empresa. Aquí se comprende la reacción del Gobierno nacional ante una expropiación practicada por Chávez a una empresa del grupo Techint, según la oposición y la prensa nacional fue demasiado tímida o nula. Luego nos enteramos que Techint pertenece a un Holding con base en un país escandinavo.

El paquete accionario de Repsol se compone de la siguiente manera: (información disponible en la página www.repsol.com)

  1. PEMEX, Petróleos Mexicanos. Empresa mixta con participación privada y del Estado Mexicano.

  2. Caixabank: es el banco de la Caixa (Caja de ahorro y Pensiones de Barcelona). Funciona como las ex AFJP. El mayor inversor institucional de España. Dato: la ganancia de la empresa durante el primer trimestre de 2012 cayó un 84% en relación al mismo trimestre del año pasado, consecuencia de la reforma financiera implementada por Rajoy.

  3. Sacyr: Sacyr Vallehermoso, empresa dedicada a la construcción y el negocio inmobiliario.

El comportamiento bursátil de las empresas Caixabank y Sacyr Vallehermoso determina el rendimiento del IBEX35, índice bursátil español. Es decir, el mercado español en su máxima expresión.

La posible salida de Argentina del G-20 es un daño simbólico sin efecto real sobre el desarrollo económico. Igual suerte corre una disminución de las relaciones comerciales entre Europa y Argentina, el Secretario de Comercio Moreno hace lo imposible para cerrar las fronteras. Veremos cuál es la determinación final, aunque el camino más razonable para no llegar a límites imposibles de resolver políticamente es la vía judicial.


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