“ÉRANSE” DOS JÓVENES ESTUDIANTES…
Ricardo Jorge Pareja / parejaricardo@hotmail.com
Uno ya había abrazado la carrera Universitaria en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires; el otro, recién había iniciado sus estudios secundarios. Se llevan once años, se llevan. Sin embargo, el destino se encargaría de hacer posible que el “Euge”, a quien “nunca le pude adivinar el parpadeo”, y el “Norbi”, ávidos de nuevas prácticas, se conocieran en un prostíbulo de la calle Ayacucho, que no era justamente “El bulín de la calle Ayacucho”, que inspirara los versos de Celedonio Flores. Cuenta la leyenda que apenas tomaron contacto, surgió entre ellos, una amistad que se ha prolongado hasta nuestros días. También que en esa primera oportunidad, el Euge, entre copa y copa, le había dicho a Norbi…”me parece que me acaban de tocar el culo”, a lo que éste respondió…”yo ya la tengo adentro”. Cuando el Euge obtuvo su título, el Norbi ya había abrazado la misma profesión. En realidad, vivieron abrazados al primero que encontraran a su paso, haciendo posible que esa nueva práctica se dilatara cada día un poco más. Para entonces, hacían un culto del recato, aún en posición de “sentados”.
Pero los tiempos cambiaron, a partir de la llegada de “El”, y de “Ella” al Poder. Para entonces, el Norbi ya había “tirado la chancleta” en un Club Social y Deportivo denominado “Spartacus”. Las malas lenguas aseguraban que en el lugar, se llevaban a cabo algunas prácticas reñidas con la moral y las buenas costumbres. El Euge por su parte, conoce a Jacobo Isaac Grossman, un ex convicto que pasó 13 años en prisión por habérsele probado una lista de secuestros extorsivos, de los cuales fue indultado (????) en el año 1991, cuando “Carlitos ya era Gobierno”. No voy a repasar las andanzas de Isaac, seguramente conocidas por todos, habida cuenta que me precipita el vómito.
El Norbi, allá por el año 1998, y cuando Çarlitos seguía siendo Presidente de la Nación, zafa del Juicio que se lleva a cabo en el Honorable Congreso de la Nación, “a cambio de venderle su alma al Diablo”, sin saber que el Diablo ya andaba rondando.
En el año 2003, y cuando el Diablo ya había metido la cola, el Euge se presenta acompañado de Isaac, ante la Comisión de Acuerdos del Honorable Senado de la Nación, que aprueba su nombramiento como nuevo Miembro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Le aclaro por las dudas, que se aprueba el nombramiento de “El Euge”, y no el de Isaac, como para que se quede tranquilo.
Tanto el Euge como el Norbi, protagonizan algunos hechos aberrantes de menor tenor y barítono, evidentemente alertados de que en nuestro país, ya todo “se igual”, como decía el inolvidable Minguito Tinguitella, esa fantástica creación de Juan Carlos Altavista.
Si bien “El Euge”, es un poquitín más alto que “El Norbi”, ambos son dueños de una estatura “moral” que les permite seguir desempeñándose, al primero como Miembro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y al segundo como Juez Nacional de Primera Instancia en lo Criminal y Correccional Federal.
ARGENTINA; UN PAÍS CON BUENA GENTE.
