Algunas aclaraciones resultan increíbles, pero absolutamente necesarias. El rescate recibido por España (ayuda, según lo presenta el Presidente Rajoy) aumenta el déficit del Estado. Es decir, los 100.000 millones de euros que irán a financiar el agujero de los bancos lo terminaran pagando todos los españoles. La discusión sobre si se trataba de una ayuda o rescate se TERMINÓ rápidamente cuando Bruselas confirmó que el rescate es pedido por el Estado y no por los bancos. Por caso, el saneamiento de Bankia, quien fue recientemente nacionalizado costará algo menos de 20.000 millones de euros.
La economía española ya fue suficientemente analizada en columnas anteriores. Sin embargo, y teniendo en cuenta los resultados obtenidos en los mercados luego del rescate, vale la siguiente pregunta: ¿fué ayuda, rescate o ladrillazo? Si observamos que las transferencias de recursos europeos irán a parar a los responsables de la burbuja inmobiliaria que causó la actual crisis de deuda soberana, ¿no estarán recibiendo un premio demasiado grande? La economía familiar sigue deprimida, la seguridad social se deshace, pero el déficit del Estado aumenta. Por tanto, los indicadores citados sufrirán un nuevo recorte para cumplir con las pautas impuestas por Alemania y cía.
El índice de riesgo país correspondiente a Italia y España crece día a día, lo cual significa que el endeudamiento es cada vez más caro y, lógicamente, insostenible a corto y mediano plazo. La élite política europea descarga su ineficiente gestión de la crisis, por razones ideológicas– como veremos más adelante– en el pueblo griego. El domingo se realizan elecciones que podrían llevar al poder a la coalición de izquierda Syrisa. A continuación transcribimos declaraciones a la cadena BBC[i]: “Si ganamos las elecciones, nuestra primera medida será romper el memorando que el gobierno firmó con la troika” (FMI, Unión Europea y Banco Central Europeo, quienes impusieron los planes de ajustes como condición para “rescatarlos”). (…) En cuanto a la deuda, buscamos una moratoria de tres años y la apertura de un diálogo con los bancos para ver qué parte ha sido ya pagada hasta dos o tres veces y qué parte realmente se adeuda”. Está claro que esto no tranquiliza a los mercados.
La gestión de la crisis de deuda soberana responde a la ideología neoliberal y uno de los argumentos principales es la seguridad jurídica. Por el contrario, la respuesta que esgrime la coalición de izquierda Syrisa es hija de los resultados obtenidos por dicha visión política-económica. Angela Merkel (Alemania) retruca diciendo que el modelo a copiar es, justamente, el alemán. A decir verdad, la tarea de disciplinar el mundo laboral y recortar el Estado de bienestar, fue impuesta por el ex Canciller Schröder perteneciente a la socialdemocracia (así están las ideas en el mundo). La única diferencia que no terminan de entender quienes pretenden imponer las mismas recetas en todas las latitudes es que nadie posee la industria alemana. Además, la situación de los trabajadores sólo es envidiable en economías que sufren recesión y caída durante varios trimestres, incluso años. Sobra decir que los trabajadores alemanes están disconformes por expectativas propias, no porque deseen los beneficios sociales de los empleados textiles argentinos.
En las últimas horas se rumorea que los Bancos Centrales de todas las potencias occidentales elaboran un plan común para hacer frente a una posible salida de Grecia de la zona euro y, lo más importante, a la declaración del default. Esto tranquilizaría a los mercados, para decirlo en términos menos abstractos aliviaría las pérdidas económicas de los grandes ganadores de toda la crisis. En la misma entrevista realizada por la BBC se entiende el por qué tantas “precauciones”:
Muchas cosas que usted ha dicho recuerdan a la situación de Argentina en 2001. ¿Ustedes han percibido también ese paralelo?
Lo tenemos muy presente. La situación actual de Grecia es muy similar a la que vivió Argentina en los meses previos a su cesación de pagos. Argentina tuvo que implementar programas de austeridad bajo la batuta del FMI que generaron desempleo, recesión y miseria.
Somos conscientes de que todo el proceso entre diciembre de 2001 y los primeros meses de 2002 fue traumático. Por eso queremos evitar una cesación de pagos y una salida del euro. Pero lo sucedido en Argentina es una inspiración también porque muestra que es posible salir de esa situación si se abandona la política de austeridad.
Argentina es una inspiración no porque su modelo económico sea perfecto, más bien demostró que se pueden intentar otras formulas.
