el Gobierno Porteño quiere convertir la «ceremonia» del café en patrimonio de la humanidad
¿TOMAMOS UN CAFÉ QUE NOS MIRA EL MUNDO?
«El tomar un café entre dos del género que sea, es un asunto serio que no puede jamás pasar inadvertido para la cosmogonía universal», sostenía Discepolín, y mucha razón tendría.
La iniciativa se basa en darle valor a esa tradición que se estila en los bares de la ciudad y que es considerada como «única e irremplazable».
El gobierno municipal de la capital argentina solicitó a la Unesco que el hábito de tomar café en los tradicionales bares de la ciudad sea declarado Patrimonio Intangible de la Humanidad, informaron hoy medios locales.
El Ministerio de Cultura de la capital argentina pidió, bajo el título «Hábito cultural alrededor de tomar café en Buenos Aires», a la Secretaría de la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Material y Cultural de la Unesco que esta costumbre tenga la misma categoría que desde 2009 posee el tango.
«Hay que ver el concepto del hábito, que involucra a la literatura y a la música, y no ver el lado físico. Cuántas veces nos decimos ‘¿tomamos un café y lo arreglamos?'», aseguró el ministro de cultura porteño, Hernán Lombardi, en declaraciones al diario La Nación.
Lombardi explicó que el objetivo de la iniciativa es «darle valor» a la tradición y que para eso es necesario destacar «los hechos, las personas, los rasgos comunes que tiene el hábito de tomar café para que sea considerado único e irrepetible».
En noviembre, la Unesco dictaminará si acepta, rechaza o considera insuficientes los argumentos presentados por el Gobierno municipal de Buenos Aires.
Buenos Aires cuenta con 72 bares notables, denominación que reciben los cafés tradicionales que reflejan la esencia de la ciudad, su cultura y costumbre.