Grecia comenzó a aplicar el acuerdo entre la UE y Turquía contra los inmigrantes
El polémico pacto para devolver a los refugiados que llegan desde territorio turco comenzó luego de que Grecia cerrará sus fronteras marítimas este domingo. Aún no se sabe que pasará con los 48.000 mil que permanecen en sus tierras.
En el campamento de la norteña localidad de Idomeni se encuentran más de 10.000 migrantes hacinados y las autoridades griegas tratan de convencerlos de que se trasladen a otros campos. Se espera que pongan en marcha un plan para reubicar a 160.000 personas aunque los países miembros de la Unión Europea (UE) apenas han aceptado a 700 a pesar de lo pactado.
Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, volvió a insistir que las reubicaciones desde Grecia deben alcanzar las 6.000 mensuales y llamó a los países miembros a mostrar «solidaridad».
Un ingeniero procedente de Siria, Abdelatif , que se encuentra en la localidad limítrofe de Idomeni dijo que no quiere ser dentro de Grecia y que no tiene más opciones que cruzar la frontera hacia Macedonia, para seguir su camino hacia Europa.
«Envié a mi familia a Düsseldorf, en Alemania, y ahora quiero reunirme con ellos», señaló a los medios locales Abdelatif. El ingeniero tiene cuatro hijos, el mayor de ellos tiene 17 años y está por empezar a estudiar medicina en el país europeo. Su familia entera se trasladó cuando las fronteras estaban abiertas mientras él se quedó en Siria vendiendo sus posesiones para tener un poco de dinero.
La mayoría de los migrantes no quiere pedir asilo en Grecia sino continuar su marcha hacia países más prósperos del norte europeo, como Alemania o Suecia. Actualmente 50.000 refugiados quedaron varados desde que la principal puerta de ingreso a Europa quedó clausurada por la decisión de Austria. Asimismo, sus vecinos del Sur también cerraron sus fronteras para frenar el aluvión humano, el mes pasado.
El pacto realizado por la UE y Turquía ha sido criticado por organizaciones de derechos humanos y han afirmado que se trató de un «golpe mortal» al derecho de asilo. También consideraron que el mismo viola las leyes internacionales y europeas que obligan a los Estados a recibir a refugiados de guerra.
Cabe destacar que este domingo, en la misa de domingo de Ramos, que marca el inicio de la Semana Santa, el papa Francisco fustigó a los que “no quieren asumir” su responsabilidad hacia los refugiados.