Con 13 votos a favor y 37 negativos, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires rechazó la presentación de los diputados de izquierda, para interpelar a funcionarios sobre la presencia de asbesto en formaciones y talleres del subte.
La iniciativa planteaba la presencia del jefe de Gabinete de la Ciudad, Felipe Miguel, y el ministro de Desarrollo Urbano y Transporte, Franco Moccia, ante la Comisión de Salud del Parlamento del distrito. Además, buscaba explicaciones del presidente de Subterráneos de Buenos Aires (Sbase), Eduardo De Montmollin.
En los fundamentos, los legisladores Gabriel Solano (PO), Laura Marrone (FIT) y Myriam Bregman (PTS) afirmaron que “los nuevos hallazgos y la certeza de que la contaminación se extiende a otras formaciones y otras líneas, generalizan un estado de emergencia de salud pública que incluye a trabajadores y usuarios”.
Luego de la sesión ordinaria, Solano aseveró que «sucedió lo que uno esperaba, pero no lo que tenía que suceder», en relación a la negativa de la propuesta. «Un pedido de informe significa solo que el Ejecutivo responda una serie de consultas informativas. No compromete a nada al Poder Ejecutivo. De algún modo está obligado a hacer este tipo de respuestas».
El parlamentario porteño señaló que de 100 empleados sometidos a exámenes, cinco resultaron afectados. En este contexto, agregó que «hay siete más en la misma situación». Por esta razón, reclamó medidas por parte del Gobierno de la Ciudad. Es que «mientras estamos discutiendo, nuevos trabajadores pueden tener enfermedades de este tipo, porque (el asbesto) sigue en el subte». Lo mismo ocurre con los usuarios, aunque en menor medida.
Por último, el legislador anticipó que armarán «una audiencia pública con los trabajadores y los delegados, también convocando a personas idóneas que expongan sobre el asbesto, para hacer un hecho político que no deje caer el tema». «No podemos permitir que pase sin el debido conocimiento de la opinión pública», cerró.
