La comisión de Legislación General de la Cámara de Diputados consensuó el proyecto de Ley de Alquileres para tratarlo el miércoles 20 de noviembre (junto a la Ley de Góndolas) en sesión de tablas. Los legisladores nacionales unificaron los proyectos de Daniel Lipovetsky, Agustín Rossi y Felipe Solá.
Entre los puntos acordados aparece la extensión del contrato de dos a tres años y la creación de un fórmula de actualización, según un número conformado por el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE).
Al mismo tiempo, las expensas extraordinarias quedarán a cargo del dueño, más allá de cómo las diferencie la administración del consorcio. También postularán un sistema de garantías para que el inquilino ofrezca dos tipos y el propietario acepte una de ellas. Por último, las partes negociarán las condiciones del contrato, noventa días antes de finalizar el documento vigente.
El coordinador del Programa de Atención a Inquilinos de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Fernando Muñoz, destacó la conformidad de los bloques, quienes habían presentado iniciativas con «pequeñas diferencias entre sí».
Para Muñoz, los dos puntos más importantes a favor de los inquilinos fueron: la ampliación del tiempo del contrato, con un mes de depósito y la actualización del valor al momento de la devolución, y la obligación del locatario de declarar el vínculo en la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). De esta manera, consideró que habrá una descompresión a partir de una serie de reglas, por el desfasaje del cálculo en la rentabilidad.