Más de 430.000 hectáreas quemadas en todo el país. Aun siguen activos focos de incendio en nueve provincias, las más complicadas son Córdoba y San Luis.
Especialistas advirtieron sobre las consecuencias medioambientales que se acumularan a causa de incendios. Además de apuntar a la especulación inmobiliaria y a productores agropecuarios, sostienen que los factores que facilitan la propagación del fuego son consecuencia de la desforestación de años anteriores y advierten que los incendios provocarán nuevas sequias que alimentarán nuevos episodios ambientales catastróficos.
«Se habla de las sequías que posibilitan los incendios como si fueran un agente exógeno, como si no hubiera causas detrás de ellas. Cuando el año pasado en Brasil se incendió el Amazonas los especialistas ya decían que iba a haber consecuencias directas en toda la región y el aumento de sequías era una de ellas», aseguró Guillermo Folguera, Dr. en Ciencias Biológicas e investigador para el Conicet.
Según el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), los incendios son producidos por intervenciones humanas en el 95 por ciento de los casos. Según indicó el Ministro de Ambiente, Juan Cambandié, «los Estados apagamos los incendios pero, como sucede muchas veces, luego se vuelven a encender. Ahí es la justicia la que tiene que actuar” y apuntó que: «hay distintas situaciones, a veces es lo ganadero, lo agrícola o lo inmobiliario, en la mayoría de los casos hay intencionalidad».
En tanto el oficialismo presentó en el congreso un proyecto de ley que modifica la ley vigente de manejo del fuego, por el cual se prohíbe la modificación en la utilización de los suelos en bosques nativos afectados por incendios. De esta manera buscan frenar, tal como sucedió en otros países, que intencionalmente se produzcan incendios para después emplazar proyectos inmobiliarios en las zonas afectadas.
