Astalon: Tears of the Earth Review- ¡A salvar a nuestro pueblo se ha dicho!
En plena transición de un cambio generacional de consolas, Astalon: Tears of the Earth demuestra, una vez más, que la máxima “las cualidades técnicas que tenga un juego no tienen nada que ver con su calidad” está más firme que nunca.
Astalon: Tears of the Earth está disponible para Playstation 4, Xbox One, Nintendo Switch y PC.
El apocalipsis lo creamos nosotros mismos
Siglo 22. La Humanidad nunca aprende, como ya sabemos, y la continua obsesión por el poder provoca una guerra nuclear masiva. El resultado: el mundo queda convertido en un desierto radioactivo, y los pocos humanos sobrevivientes viven de la basura que encuentran. Algunas décadas después del apocalipsis, varias construcciones empiezan a resurgir desde las arenas (las “Lagrimas de la Tierra” del título), entre ellas una misteriosa torre, y repentinamente todas las fuentes de escasa agua potable que quedan empiezan a envenenarse.
Tres aventureros deciden emprender camino hacia la torre en búsqueda de respuestas: Arias, el guerrero, Kyuli, la pícara, y Algus, el mago. Del éxito de su misión depende la supervivencia del resto de la humanidad. Pero hay algo que Arias y Kaylu no saben: Algus hizo un pacto con Ephimeteus, el Titán de la Muerte, y van a volver a la vida y sin recuerdos cada vez que mueran hasta cumplir su promesa. ¿Qué pasará con ellos cuando terminen su aventura? ¿Arias y Kaylu se darán cuenta del pacto de Algus?
Una jugabilidad novedosa y tremendamente adictiva
Astalon es un Metroidvania con todas las de la ley. Toda La acción se desarrolla dentro de una torre repleta de enemigos, trampas, llaves, cofres e ítems que nos permiten seguir avanzando en cada cuarto. Además de los clásicos lugares que solo se pueden acceder después de conseguir un determinado ítem o habilidad, el juego cuenta con un novedoso sistema de cambio de personajes. Cada uno de ellos tiene diferentes habilidades y características, por lo que ciertos sectores de la torre solo serán accesibles si estamos controlando a alguno de ellos. Arias es el más fuerte, combate cuerpo a cuerpo y puede romper determinados bloques con su espada. Kyuli es la más ágil, puede saltar hasta alturas mayores que los otros dos y con su arco puede disparar flechas que recorren toda la pantalla. Algus, por su parte, maneja diferentes tipos de magia y puede activar objetos y trampas a través de paredes. La fórmula para avanzar en la torre es saber cuál de ellos utilizar en cada situación. Lamentablemente no podemos controlar a cualquiera de los tres en cualquier momento hasta bastante avanzado el juego, sino que tenemos que acercarnos hasta alguna fogata (que también funcionan como save points) para hacer el cambio, lo que hace que por momentos nos toque hacer un poco de engorroso backtracking.
Los enemigos respawnean al entrar en cada cuarto, pero a medida que vayamos abriendo puertas y atajos el recorrido se vuelve un poquito menos doloroso. Y lo que es mejor, a la manera de los RPGs, tenemos la posibilidad de encontrar a otros personajes humanos en los rincones más oscuros del mapeado, quienes nos propondrán misiones secundarias que al completarlas nos darán los mejores ítems y habilidades, o incluso algunos de estos personajes se unirán a nuestra party y serán totalmente controlables, abriendo un nuevo abanico de posibilidades al gameplay.
Por supuesto, desperdigados por los diferentes sectores de la torre también hay terribles bosses y minibosses, ocultos algunos,, que nos ofrecerán batallas épicas dónde la paciencia y el control serán vitales para salir airosos.
La muerte es sólo el comienzo
Sabemos que morir muchísimo en un juego de este estilo es bastante común, pero en Astalon aplicaron una vuelta de tuerca para que nuestra muerte sea incluso un alivio y un recurso jugable. Cada vez que muramos, vamos a ver una conversación entre Algus y Ephimeteus, dónde el Titán le recuerda al mago que no va a permitir que nos quedemos muertos hasta cumplir nuestra parte del trato. ¿Qué trato? Hay que jugar para saber. Pero esta introducción es para hacer mención a la genial mecánica de upgrades del juego. Después de la mencionada charla, Ephimeteus nos dará la posibilidad de volver de entre los muertos más fuertes que antes. Gastando los orbes que vamos a ir recogiendo en todo momento en la torre, podemos aumentar las estadísticas de nuestros personajes o comprar algún ítem para facilitarnos la vida…nueva.
Cómo mencioné antes, como nuestros recuerdos son borrados (o tal vez no) con cada muerte, reiniciamos cada intento en la misma entrada de la torre, aunque manteniendo todas las puertas y atajos que hayamos logrado abrir, y con las estadísticas aumentadas si hemos invertido orbes. Es así que a veces justamente morir es una buena idea para volver a ver a Ephimeteus y aumentar nuestra fuerza para la siguiente vuelta.
La nostalgia chorrea por los cuatro costados
Astalon: Tears of The Earth es el primer juego del estudio Labs Work, y se ve que a estos muchachos les cabe la nostalgia. El juego está realizado completamente en pixel art, emulando los viejos juegos de 8-bit, y la influencia de productos como Mega Man o cosas más recientes como Shovel Knight es evidente. Incluso podemos jugar un poco con las opciones gráficas, desde quitar el antialiasing para que los mismos se vean menos suaves y más rústicos, hasta poner filtros de diferentes modelos de TVs de tubo, incluso en blanco y negro. Pero a no confundirse, el trabajo realizado es exquisito, y ni hablar de la jugabilidad, que a cualquiera que quiera volver a revivir su época de niño gamer (si fuiste niño en los 80s o 90s, claro está) se le van a erizar los pelos de la nuca.
La música, en el formato chiptune, nos lleva de nuevo a revivir algunas de las menores melodías de los games de hace más de 30 años, como la ya mencionada saga del Bombardero Azul, o cosas como los primeros Final Fantasy o las tonadas de Captain Tsubasa, que los niños ochentosos tenemos grabadas a fuego en el cerebro, así que no te sorprendas si de repente empezás a tararear el soundtrack de Astalon.
Una de las sorpresas del año
Debo confesar que cuando Astalon: Tears of The Earth llegó a mis manos creí que me iba a encontrar con el típico juego indie en pixel art que apela a la nostalgia porque no tiene mucho más que ofrecer, y que me iba a aburrir enseguida. Más equivocado no podía estar. Astalon es adicción. Puede parecer duro e injusto al principio, pero una vez que le agarramos la mano y empezamos a entender que morir es una oportunidad de volver más fuerte que antes, no lo podemos largar.
Desafiante, perfectamente equilibrado y bello a nivel artístico y jugable, y con mucho contenido para ofrecer. Además de la historia principal, tenemos una historia alternativa para jugar y un modo Boss Rush, que es básicamente enfrentarse a todos los jefes del juego en secuencia, lo que eleva mucho la rejugabilidad.
La entrada Astalon: Tears of the Earth Review- ¡A salvar a nuestro pueblo se ha dicho! se publicó primero en Bitwares.