La mayoría de los miles de empleados de la cadena Eki están desesperados. El viernes, organizaron una protesta en Córdoba y Thames para exigir que les paguen sueldos y aportes patronales pendientes. Al día de hoy, cobraron el 20% y les prometen que recibirán el resto en cuatro cuotas, como pasó con la liquidación de enero. Muchos pidieron información a la ANSeS sobre el estado de sus aportes, y se encuentran que desde hace tres meses que la empresa no los deposita, según publicó el diario Clarín.
Cuando el grupo inversor Iurelaw tomó la compañía, en noviembre, se propuso achicar la cantidad de empleados. Pensó en reducir la plantilla de 2.600 trabajadores a 1.800, junto al traspaso de sucursales y retiros voluntarios. Las cajeras y repositores cuentan que existen desvinculaciones acordadas (con una quita con respecto a la indemnización que corresponde), pero que hay gente que abandona el empleo por falta de pago.
En un local de Palermo, la facturación cayó de $ 30.000 diarios a $ 600.
En Belgrano, pasaron de $20.000 a $ 1.000. En Abasto y Almagro, las ventas se achicaron de $ 15.000 a menos de $ 800. “Las empresas que brindan servicio de desinfección ni vienen, lo mismo con cuidado de los equipos. No hay plata”, detallan los trabajadores.
En las sucursales de Eki, casi dos tercios de las góndolas están vacías . Hay productos de Coca-Cola, La Serenísima, Unilever, Molinos, Kraft y algunas empresas de limpieza. Pero falta casi todo el resto: no hay nada de SanCor, Arcor o Pepsico, para mencionar algunas, en cuatro locales (en Abasto, Almagro, Belgrano y Palermo).
De los $ 80 millones que Eki llegó a facturar en marzo, ahora sus ingresos no llegarían ni a un 10% de esa suma. Eki tiene entre $ 150 millones y $ 270 millones de pasivos concursales.
El grupo empresario Iurelaw, que maneja la cadena, también sufrió la deserción de uno de sus ejecutivos. Se trata de Daniel González Iglesias, proveniente de la industria alimenticia. Iurelaw había pensado en reducir la cantidad de sucursales de 163 a 120. Pero se están dando más cierres .
La venta de las sucursales más grandes a un grupo chino todavía está en suspenso y se definiría a fin de mes. El acercamiento a Guillermo Moreno, secretario de Comercio Interior, también se habría debilitado. El secretario de Comercio Interior quería que la cadena distribuyera los precios del Mercado Central en todas sus ubicaciones.
Pero Eki y los proveedores no alcanzaron un acuerdo. En el supermercadismo dicen que al Gobierno ya no le importa tanto el futuro de la cadena.
FUENTE: lapoliticaonline.com.ar