Sociedad

LA SEPARACIÓN DE PERÓN Y MONTONEROS

«El 1º de mayo de 1974 es una fecha muy importante, clave para entender muchas cosas que ocurrieron después. Creo que nosotros fuimos a ese acto conscientes de que la relación con Perón estaba rota y de que debíamos evitar un enfrentamiento civil. Cuando sale Isabel y lo anuncia a López Rega, la gente empieza a gritar: «No queremos carnaval, asamblea popular». Además se generó un hecho político inédito en la historia: no conozco a ningún líder de la envergadura de Perón al que se le vaciara la mitad de la Plaza. A punto tal que cuando habla Perón nosotros estábamos justo al lado de lo que era el Comando de Organización (CdeO) y empezamos a recibir los primeros palazos y piedras e hicimos como una especie de grupo de contención. Nosotros, que veníamos bien estructurados, logramos contener el primer hostigamiento. Cuando Perón dice «imberbes, estúpidos», la gente se nos va, se empieza a retirar. Nosotros teníamos un carnecito color rojo o rosado, que era de los jefes de columnas, y tengo que empezar a mostrarlo para poder ponerme a la cabeza, porque ya estábamos con la mitad de la Plaza vacía, para volver a asumir el mando de nuestra gente. Cuando estábamos bajando por Callao hacia el Bajo, hago parar la columna para que los compañeros vean la dimensión de los que nos estábamos yendo, que era impresionante. Y al mirar hacia arriba veo a la gente de los balcones de Callao y Alvear contenta, sonriendo. Digo: «Si estos tipos están contentos, es porque está todo mal». Bueno, nos fuimos muy precavidos porque de hecho teníamos una emboscada en la Facultad de Derecho, que era donde estaba el punto de concentración de todas las columnas del interior. Cosa que era efectivamente así, y eso lo paró Perón. Luego, hablando con Oscar Alende, nos cuenta que después de que Perón concluye su discurso y entra a la Casa de Gobierno, Alende le dice: «Pero, General, ¿qué pasó con la juventud?». «Bueno -le dice Perón-, de vez en cuando hay que darles un tirón de orejas a los jóvenes, pero no es nada.» Y lo agarra a López Rega y le dice: «No quiero que ocurra absolutamente nada y usted es el responsable». Si Perón no le hubiese dicho eso a López Rega, nos esperaba una masacre… se repetía en la Facultad de Derecho la masacre de Ezeiza. Yo creo que Perón no conocía los movimientos de López Rega, pero sí podía conocer la tendencia de lo que estaba haciendo López Rega. Y si lo conocía no lo quiso ver, lo intuía pero no lo quería ver. Esto no significa que López Rega no hubiera tenido autonomía para determinadas cosas. Perón siempre se movía en la conducción sobre hechos producidos, concretos. No es que especulara en eso. Y tenía una gran facilidad política y una capacidad como para conducirse sobre los hechos. Entonces, creo que debe haber sobrestimado su propia capacidad para manejar la situación, porque de hecho los acontecimientos se le fueron de las manos.»
Fernando Vaca Narvaja
El Peronista N°3 (04/05/1974), La Visión desde Montoneros.
«…Compañeros: hoy, hace veintiún años [se refiere a 1953] que en este mismo balcón, y con un día luminoso como el de hoy, hablé por última vez a los trabajadores argentinos. Fue entonces cuando les recomendé que ajustasen sus organizaciones, porque venían días difíciles… No me equivoqué, ni en la apreciación de los días que venían, ni en la calidad de la organización sindical, que a través de veinte años… pese a esos estúpidos que gritan… «
Cánticos de respuesta:
¡Qué pasa, qué pasa, qué pasa, general, está lleno de gorilas el gobierno popular!
¡Se va a acabar, se va a acabar, la burocracia sindical!
«…Decía que a través de estos veintiún años, las organizaciones sindicales se han mantenido inconmovibles, y hoy resulta que algunos imberbes pretenden tener más mérito que los que durante veinte años lucharon...» [el audio reproduce este fragmento del discurso]
Cánticos de respuesta:
¡Qué pasa, qué pasa, qué pasa, general, está lleno de gorilas el gobierno popular!
«…Por eso compañeros, quiero que esta primera reunión del Día del Trabajador sea para rendir homenaje a esas organizaciones y a esos dirigentes sabios y prudentes que han mantenido su fuerza orgánica, y han visto caer a sus dirigentes asesinados, sin que todavía haya sonado el escarmiento…»
Cánticos de respuesta:
¡Rucci traidor, saludos a Vandor!
¡Qué pasa, qué pasa, qué pasa, general, está lleno de gorilas el gobierno popular!
¡Montoneros, Montoneros, Montoneros!
«…Compañeros, nos hemos reunido nueve años en esta misma plaza, y en esta misma plaza hemos estado todos de acuerdo en la lucha que hemos realizado por las reivindicaciones del pueblo argentino. Ahora resulta que, después de veinte años, hay algunos que todavía no están conforme de todo lo que hemos hecho…»
Cánticos en respuesta:
¡Si este no es el pueblo, el pueblo donde está!
¡Conformes, conformes, conformes, general, conformes los gorilas, el pueblo va a luchar!
(En ese momento comienzan a retirarse las columnas de Montoneros y Juventud Peronista)
«…Compañeros, anhelamos que nuestro movimiento sepa ponerse a tono con el momento que vivimos. La clase trabajadora argentina, como columna vertebral de nuestro movimiento, es la que ha de llevar adelante los estandartes de nuestra lucha. Por eso compañeros, esta reunión, en esta plaza, como en los buenos tiempos debe afirmar decisión absoluta para que en el futuro cada uno ocupe el lugar que corresponde en la lucha que, si los malvados no cejan, hemos de hacer…»
Cánticos en respuesta:
¡Conformes, conformes, conformes, general, conformes los gorilas, el pueblo va a luchar!
¡Aserrín, aserrán, es el pueblo el que se va!
(Continúan retirándose las columnas)
«…Compañeros, deseo que antes de terminar estas palabras lleven a toda la clase trabajadora argentina el agradecimiento del gobierno por haber sostenido un pacto social que será salvador para toda la República…»
Cánticos en respuesta:
¡Conformes, conformes, conformes, general, conformes los gorilas, el pueblo va a luchar!
¡Aserrín, aserrán, es el pueblo el que se va!
«Compañeros, tras ese agradecimiento y esa gratitud puedo asegurarles que los días venideros serán para la reconstrucción nacional y la liberación de la nación y del pueblo argentino. Repito compañeros, que será para la reconstrucción del país y en esa tarea está empeñado el gobierno a fondo. Será también para la liberación, no solamente del colonialismo que viene azotando a la República a través de tantos años, sino también de estos infiltrados que trabajan de adentro, y que traidoramente son más peligrosos que los que trabajan desde afuera, sin contar que la mayoría de ellos son mercenarios al servicio del dinero extranjero…»
Cánticos en respuesta:
¡Aserrín, aserrán, es el pueblo el que se va!
(Continúan retirándose las columnas)
«Finalmente compañeros, deseo que continúen con nuestros artistas que también son hombres de trabajo; que los escuchen y los sigan con alegría, con esa alegría de que nos hablaba Eva Perón, a través del apotegma de que en este país los niños han de aprender a reír desde su infancia…»
Cánticos en respuesta:
¡Aserrín, aserrán, es el pueblo el que se va!
(Continúan retirándose las columnas)
«Queremos un pueblo sano, satisfecho, alegre, sin odios, sin divisiones inútiles, inoperantes e intrascendentes. Queremos partidos políticos que discutan entre sí las grandes decisiones…»
Cánticos en respuesta:
¡Aserrín, aserrán, es el pueblo el que se va!
(Continúan retirándose las columnas)
«No quiero terminar sin antes agradecer la cooperación que le llega al gobierno de parte de todos los partidos políticos argentinos..».
Cánticos en respuesta:
¡Aserrín, aserrán, es el pueblo el que se va!
(Continúan retirándose las columnas)
«Para finalizar compañeros, les deseo la mayor fortuna, y espero poder verlos de nuevo en esta plaza el 17 de Octubre…»
Finalizado el discurso se producen algunos disturbios entre miembros de sectores sindicales y de la derecha peronista, y algunos miembros de los sectores de la Juventud Peronista y Montoneros que se retiraban.

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