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PANERO: EL ADIOS DE UN POETA MALDITO

murió Panero, el poeta del dolor

BENDITO CIELO CON SEMEJANTE LOCO

Quizá la pérdida poética más penosa del año en España sucedió el 5 de marzo, día en que el novísimo y maldito Leopoldo María Panero, hijo, sobrino y hermano de poetas nos dejó en su habitación del manicomio de Las Palmas de Gran Canaria en el que por voluntad propia pasó los últimos años de su vida obsesionado con ser objeto de las más delirantes teorías conspirativas. Su locura, para muchos impostada, no le impidió escribir poemarios alumbradores como sus iniciáticos Por el camino de Swan y Así se fundó Carnaby Street, o el más reciente Poemas del pájaro y la oruga. Sin embargo, aunque conoció el éxito y la fama (en parte a las películas que filmaron Jaime Chávarri y Ricardo Franco sobre su vida y la de su familia) Panero falleció solo.

20 de diciembre: Como si desde el 14 de enero el año estuviese obligado a cerrarse con un fatídico póker, el 20 de diciembre tuvo que abandonarnos Gerardo Deniz. Deniz, nacido en Madrid con el nombre de Juan Almela, fue un poeta mexicano. Hijo adoptivo del Pablo Iglesias fundador del PSOE y la UGT, vivió en Ginebra antes de embarcarse en el Nyassa rumbo a México, donde estudiaría en el Instituto Luis Vives. Aunque, en apariencia, su vida bien nos valdría como paradigma de exiliado republicano español en el país azteca, pronto se desvinculó de los corrillos del exilio e incluso ironizó a menudo con su condición de cosmopolita desarraigado. Su trascendencia va mucho más allá gracias a su labor como traductor, narrador y poeta. Son imprescindibles sus poemarios Adrede y Gatuperio.

Descansen en paz.

DEDICATORIA

Más allá de donde
aún se esconde la vida, queda
un reino, queda cultivar
como un rey su agonía,
hacer florecer como un reino
la sucia flor de la agonía:
yo que todo lo prostituí, aún puedo
prostituir mi muerte y hacer
de mi cadáver el último poema.

A él que nos sorprendió con la trilogía de sus “Pavane” le dejo este fragmento de una poesía que en su honor escribí …

qué van a decir
las malas lenguas
si no saben
a qué sabes
no les regales vida
si es que no van a penar

(fragmento de “Per se” -por Pavane pour un enfant défunt
avane-)

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