El autor de esta iniciativa, Adrián Camps, argumentó que «las PASO le cuestan al país 27 mil millones, cuando esos fondos se podrían utilizar para mejorar la salud y la educación pública, que están en situación de emergencia». Estos «comicios son costosos, innecesarios y tienen la finalidad de proscribir a los partidos minoritarios. (…) Además, paralizan la gestión pública por varios meses en los tres poderes, ya que los funcionarios públicos se enfocan más en la campaña electoral que en solucionar los problemas de los vecinos».
Camps destacó que en esta oportunidad, la PASO no resolverán internas ya que los partidos presentan un sólo candidato, «la finalidad que tienen es que los porteños voten una encuesta obligatoria, cuyo único fin es proscribir a los partidos que no superan el 1,5% de los votos».
«Cristina Kirchner, impulsora de las PASO, evitó competir con (Florencio) Ranzadazzo, y Horacio Rodríguez Larreta actuó de la misma manera frente a Martín Lousteau. (…) Hay porteños independientes que están interesados en votar una interna política y sin embargo la ley los obliga a participar. Las listas deberían definirlas los afiliados de los diversos espacios políticos».
