Luego de las vacaciones invernales, la medida de fuerza docente por 38 horas se extiende a seis distritos (provincia de Buenos Aires, Chaco, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Corrientes y Ciudad de Buenos Aires) en reclamo de la reapertura de paritarias nacionales y acuerdo en cada distrito.
Mientras se desarrolla la huelga, Jorge Adaro, Secretario General de la Asociación Docente de la Ciudad de Buenos Aires (Ademys), aseguró que el acatamiento “viene más fuerte” en comparación a otras oportunidades, según los sondeos que realizaron ayer.
Además, consideró que hay dos elementos que garantizaron el cese de actividades de los maestros. Primero que recibieron de aumento 8% hasta la fecha, cuando el Índice de Precios al Consumidor (IPC) porteño dio 16% en el primer semestre. Por lo tanto, ya no piden un aumento, sino “no tener un salario a la baja”.
Al mismo tiempo, aparece la carta de la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, a los docentes. Según Adaro, el escrito planteó de algún modo “que estamos en el país de las maravillas, que el Gobierno está preocupado por cuidar nuestro salario. Entonces que ahora no ofrecen ningún aumento sino el adelanto de las cuotas restantes para llegar al 15%”.
