«Es el peor momento del zoológico de Buenos Aires», explicó la activista perteneciente a la ONG Sin Zoo, Malala Fontán, en una jornada en la que se debatirá en la legislatura un proyecto de ley para concesionar el predio ubicado en Palermo.
«El jefe de Gobierno anunció el cierre del zoológico hace dos años pero van a continuar con la exhibición, van a sostener los animales en el lugar y van a seguir con el traslado por distintas partes del país», denunció Fontán, agregando que «es necesario acabar con ese paradigma cultural de entretenimiento que deprime a los animales y los vuelve apáticos».
En un contexto en el que se están llevando a cabo obras y reformas en el complejo, con los propios animales en el lugar -lo que generó la muerte de la rinoceronta Ruth y la jirafa Shaki-, la militante por los derechos de los animales explicó que «en realidad, el proyecto que se va a debatir que en un primer momento apuntaba a altos estándares de defensa animal está orientado a un mega-negocio inmobiliario».
Rechazado por especialistas y ambientalistas, en el día de hoy habrá una audiencia pública en la legislatura en la que se debatirá la concesión del predio por los próximos 20 años. El proyecto «autoriza al Poder Ejecutivo a concesionar y otorgar permisos de uso y explotación» de distintos edificios por una extensión de 2700, 3500 y 400 metros cuadrados: «Este proyecto es prácticamente una privatización», remató Fontán.
