Los vecinos del barrio ubicado en Barracas reclaman hace casi dos semanas que no tienen agua potable en muchas manzanas del lugar debido a un trabajo de «anillado» que se está realizando en la zona. Con una población de más de 50 mil habitantes y una superficie de 65 hectáreas; hace ya más de dos años que la empresa de agua se encuentra desarrollando la obra que terminó desatando este inconveniente.
Un informe determinó que el agua se encontraba «contaminada bacteriológicamente, no potable y con fuerte olor cloacal, color amarillo y sedimentos» , el mismo lleva la firma de la ingeniera Maria Eva Koutsovitis, coordinadora de la Cátedra de Ingeniería Comunitaria en la UBA quien además especificó que «se tomaron muestras de agua en la manzana 24 y 25 para analizar y se les pidió que nos envíen inmediatamente los resultados».
La ingeniera comenta que el paso siguiente fue dar la información a las autoridades del Gobierno de la Cuidad Autónoma de Buenos Aires pero, no solo que no ofrecieron una solución, sino que además no tiene un plan de contingencia. Mientras que Aysa no presta servicios en los barrios populares, aunque el agua potable y la electricidad son derechos humanos básicos.
Lucas Bogado, integrante de la Junta vecinal de la Villa 21-24 expresó su preocupación acerca de la poca respuesta que tuvo Aysa y agregó: «si no hubiera sido por la ingeniera que vino a determinar y avisarle a los organismos que la red estaba contaminada, no hubieran ni empezado a evaluar el reclamo».
