Horacio Rodriguez Larreta vive horas intensas ante la expectativa de sellar la estrategia que le permita lograr la reelección en la Ciudad: luego del fallido intento de desdoblamiento que le permitiría no arrastrar el lastre de la debacle económica nacional, ayer el jefe de Gobierno porteño comenzó a dar indicios de una potencial interna durante las PASO con referente de Evolución, Martín Lousteau, más presionado por Nación que por iniciativa propia.
«En la Ciudad hay primarias, si alguien quiere presentarse puede hacerlo; con Gabriela (Michetti) competimos en 2015 y fue civilizado, lo manejamos muy bien», explicó durante una reunión de Gabinete en la sede de Gobierno, ubicada en Parque Patricios. La reunión contó con un detalle llamativo: la presencia del presidente Mauricio Macri junto con su secretario Fernando de Andreis.
El tira y afloje por la candidatura de Lousteau escaló durante su viaje junto al mandatario por India y Vietnam: en medio de la estadía, el ex ministro de Economía de Cristina Fernández de Kirchner desafió al oficialismo al advertir que «no debería haber miedo de ir a una PASO». Pese al enojo, la estrategia de Macri pasó por intentar bajarlo nuevamente del armado nacional y garantizarle una oportunidad dentro de Cambiemos pero en la Ciudad.
La última vez que sucedió, Lousteau estuvo a menos de dos puntos de derrotar a Larreta. Esto fue durante el ballotage en las elecciones 2015, en las que fue por fuera de Cambiemos ya que el radicalismo y el Pro no constituyen una coalición porteña. El resultado terminó siendo 51,6% contra 48,4%. ¿Se repetirá este año? Por lo pronto, la dificultad del oficialismo porteño pasará por ver de que manera no se nacionaliza la campaña local sin desdoblamiento, para evitar que la mala imagen del presidente termine repercutiendo en la posibilidad de continuar en el poder.
