Un sueño necesario

Eduardo Ruffa, médico psiquiatra de APSA (Asociación de Psiquiatras Argentinos), en comunicación con FRECUENCIA ZERO, se refirió al aumento de consultas por trastornos de sueño durante la pandemia y dio recomendaciones para enfrentar este padecimiento.

La pandemia afectó casi todos los órdenes de la vida cotidiana y el descanso no quedó por fuera de este impacto. En este contexto, Eduardo Ruffa junto con un grupo de profesionales del APSA, elaboraron un informe sobre los trastornos de sueño: «Lo que hicimos fue un trabajo que incluía recomendaciones para un sueño saludable en situación de pandemia. Hubo distintos estadios desde que empezó el aislamiento, ante los inconvenientes que surgían con el tema del sueño, recopilamos información y emitimos estas recomendaciones para el público en general.  Según la cronobiología, nosotros estamos regidos por distintos ritmos biológicos, que tienen que ver con el sueño y la vigilia: algunos como la noche y el día, que se perciben como la luz y la oscuridad, algunos más largos como el invierno y el verano, también ciclos como el de la menstruación y también otros ritmos más cortos, como por ejemplo en el sueño hay patrones de 90 minutos, eso es lo que estudiamos. Es muy importante que identifiquemos estos ritmos. El sueño es un estadio que nos pone en una tremenda desventaja ante los peligros del ambiente exterior, si bien esto así, también detectamos que nos tiene que dar una gran ventaja si no con la evolución habría desaparecido, sin embargo el sueño  se mantuvo en el tiempo y es algo absolutamente necesario, tanto que si no dormimos al cabo de un tiempo muy prolongado (2 semanas de corrido) podemos correr el riesgo de morir».

Acerca de los indicios que hay que tener en cuenta para diagnosticar un trastorno de sueño: «El insomnio puede ser un síntoma o una enfermedad. Si no tiene repercusiones diurnas es solo un síntoma, si ya tiene consecuencias durante el día (irritabilidad, pérdida de reflejos, errores laborales, etc.) ya es un trastorno que debe ser atendido para que no se haga crónico, esto debe hacerse durante los primeros 3 meses en que se manifieste. Durante la pandemia esto cambio, el insomnio se generalizó y empezaron a consultar personas que tenían problemas de sueños recientes, por eso hicimos este trabajo»

A continuación, teniendo en cuenta los datos que recopilaron, el especialista dio algunos consejos para tener un descanso saludable: «Uno de los principales problemas fue privarse del sueño para hacer otra actividad (ver series, entrar en las redes sociales, etc.). Cuando no había que cumplir con obligaciones laborales, hubo un corrimiento de los horarios. La gente se quedaba haciendo cosas y luego compensaba durmiendo hasta más tarde. Nosotros recomendamos que haya rutinas, pueden ser flexibles pero que se establezcan. Esto es lo que se llama homeóstasis, que el cuerpo se vaya preparando para lo que viene, en este caso para dormir. Con esto viene otro consejo: la cama debe usarse para dormir o tener relaciones sexuales, porque si no se pierde esta acción de estímulo -respuesta con el ambiente y el cuerpo: ver series, llevarse el trabajo a la cama, trastoca todo esto y tiene perjuicios en el descanso posterior.»

Para concluir, en cuanto a las horas necesarias de sueño para el organismo, el  profesional manifestó: «Se suele decir que necesitamos 8 hs. para dormir. La respuesta correcta es la cantidad de horas suficientes para tener una vigilia activa, es decir, para hacer actividades sin quedarse dormido. Pero hay una trampita que a veces se hace la gente que duerme menos cantidad de horas y es tomar muchos estimulantes: café, mate, gaseosas, energizantes, por ejemplo. Entonces hay que tomar en cuenta la cantidad de horas que se necesitan sin depender de ningunas de estas cosas.»

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