La designación de Rubinstein demuestra que no hay margen para más populismo
El ministro de Economía, Sergio Massa, designó este domingo a la tarde a Gabriel Rubinstein como secretario de Planeación Económica, quien actúa como viceministro. Su nombre comenzó a circular hace varias semanas. Pero la designación se dilató a la espera de que el flamante funcionario «resolviera un tema familiar y disolviera sus responsabilidades contractuales incompatibles con la función pública», según informó Massa.
Gabriel Zelpo, economista, analizó el desembarco de Rubinstein en el Palacio de Hacienda. Y destacó la importancia de un viceministro que sea «economista» y gane un brazo más «ortodoxo» dentro de la coalición gobernante, que mostró una macroeconomía débil.
Con la incorporación de economistas más ortodoxos, Zelpo aseguró que «el Gobierno se ha dado cuenta de la gravedad de la situación y ha dejado de lado cosas que intentaba evitar, como la suba de tarifas». De esta manera, parte de la coalición gobernante entendió que la situación económica no daba para más «heterodoxia».
Procrastinar las subas ya no se puede porque «no hay más plata». Por este motivo, hay que acomodar las cuentas para que la crisis no se profundice todavía más. Ahora bien, la llegada de Rubinstein y las medidas que anunció Massa no implican que se pueda evitar un mayor desastre, pero «es un movimiento que va en la dirección correcta».
El acrecentamiento de la crisis no le permitiría un futuro político al Gobierno. «Si tienen una crisis de las magnitudes que se estaba incubando no tenían mucho futuro en la historia Argentina», resaltó Zelpo. La llegada de Massa al Palacio de Hacienda buscó evitar esa gran crisis.
Finalmente, en cuanto a las reservas del BCRA, Zelpo planteó que si no se logra una financiación, que aminore el ajuste, Massa va a tener que acelerarlo; lo cual implicará revisar nuevamente las partidas y que los recortes fiscales que llevaron a cabo hoy no sean los últimos.