El retroceso del PJ bonaerense expone una interna sin conducción clara

La reciente derrota del peronismo en la provincia de Buenos Aires dejó al descubierto tensiones internas y un desbalance en la estructura territorial del oficialismo. A pesar de haber revertido una elección adversa semanas antes, Fuerza Patria no logró sostener su caudal de votos y terminó cayendo ante La Libertad Avanza por un margen mínimo. En los distritos más poblados, el justicialismo perdió más de 300 mil sufragios, un golpe que reconfigura el tablero político y pone en discusión el liderazgo de Axel Kicillof dentro del espacio.
En diálogo con FRECUENCIA ZERO, Facundo Chaves, periodista de Infobae, sostuvo que el aparato del Partido Justicialista “funcionó a media máquina” y que los intendentes “no pusieron la misma energía que en septiembre”. A eso sumó la incidencia de la boleta única de papel, que, según explicó, descomprimió la presión del aparato territorial peronista y permitió al electorado “votar con mayor libertad”. También mencionó la ausencia de un millón de votos extranjeros, la falta de algunos partidos menores y la polarización nacional entre Javier Milei y el kirchnerismo como factores decisivos.
El periodista destacó que la desmovilización de los jefes comunales fue clave: “Los votos son de los intendentes, y al separarlos de la lista principal, Fuerza Patria cometió su mayor error político”. Según su análisis, distritos históricamente fuertes para el peronismo como Avellaneda, La Matanza o Mar del Plata mostraron una merma significativa de apoyo. “El peronismo no actuó como en la primera campaña, y eso se notó en el resultado final”, remarcó.
Para Chaves, el desenlace electoral dejó expuesta la falta de cohesión dentro del oficialismo provincial. Consideró que Axel Kicillof “fue la cara de la derrota” y que el PJ atraviesa “una etapa de adolescencia política, sin un liderazgo claro”. A su juicio, las tensiones entre intendentes y la conducción provincial reflejan un peronismo “invertebrado”, donde las derrotas aceleran los recelos y las internas. “Las diferencias que antes se disimulaban durante la campaña ahora quedaron completamente al descubierto”, concluyó.




