Cárceles: La realidad bajo la alfombra de los motines
Pablo Alonso, Ex Director de Educación en Contextos de Encierro de la provincia de Buenos Aires y Director Fundador de la Escuela “Agustín Tosco” de la Unidad Penal N° 39 de Ituzaingó, señaló las contradicciones subyacentes en el tema de las “libertades” por COVID-19.
Tras las imágenes de las protestas en el penal de devoto, se dispararon opiniones encontradas desde diversos sectores, que fueron replicados por los medios durante días sin demasiado análisis sobre las causas y las condiciones que viven a diario las personas que están privadas de la libertad.
En este sentido, el Ex Director de Educación en Contextos de Encierro de la Provincia de Buenos Aires, Pablo Alonso comentaba al aire de FRECUENCIA ZERO: “No es casualidad que los medios mostraran con tanta vehemencia las protestas de Devoto en los tiempos donde se decidía el impuesto a las grandes fortunas”.
Según Pablo Alonso uno de los problemas más importantes en las condiciones que sufren los presos se debe a la cantidad de prisiones preventivas declaradas por los jueces que, “son el 55% de la población carcelaria y no se sabe si son o no culpables”.
Es así que con “la revisión del sistema de prisiones preventivas solucionaría, en parte, la situación de superpoblación en los penales, al menos en un 60&%” señalaba Alonso, mientras agregaba que, en referencia a la prevención del coronavirus “deberían proveer de elementos de higiene como lavandina y alcohol en gel, sin embargo no pasa”.
Se pretende que el sistema carcelario sea una herramienta de reinserción social de aquellas personas que delinquieron, sin embargo las condiciones en que viven y la vulneración del derecho a la educación hace difícil cualquier reinserción posible.