Los mercados celebran, pero la economía real espera respuestas

Tras la victoria legislativa de La Libertad Avanza, el panorama económico argentino entra en una etapa de fuertes expectativas e incertidumbre. Los mercados financieros reaccionaron con euforia ante el resultado electoral, con una baja en el valor del dólar cripto y un repunte previsto en bonos y acciones. Sin embargo, el trasfondo de esta reacción inicial plantea dudas sobre la sostenibilidad de esa confianza y sobre el rumbo que tomará la economía en los próximos meses bajo el nuevo escenario político.
En diálogo con FRECUENCIA ZERO, José Castillo analizó que el electorado “votó un modelo económico que implica menos salario, menos jubilación, más desocupación y menos industria”, en una línea que, según señaló, se asemeja a la implementada durante la dictadura de Martínez de Hoz. El economista sostuvo que la euforia de corto plazo se explica por el triunfo de los sectores financieros, que “han ganado a costa de más hambre para la gente”. Según anticipó, la suba de los bonos y la baja del riesgo país son efectos transitorios que dependen de cuánto dure el apoyo de Estados Unidos a la política cambiaria argentina.
Castillo advirtió que el gobierno nacional “no tiene dólares para pagar la deuda” y que la continuidad del tipo de cambio actual depende de la intervención norteamericana a través del swap con China. En ese sentido, sostuvo que Washington exigirá la implementación inmediata de reformas estructurales (laboral, previsional y fiscal) como condición para mantener su respaldo financiero. De no avanzar con esas transformaciones, consideró, la administración de Javier Milei podría enfrentar una situación similar a la de Mauricio Macri tras las elecciones de medio término de 2017, cuando los capitales especulativos se retiraron del país.
Finalmente, el economista remarcó que “la política económica argentina no la decide el ministro de Economía, sino el establishment internacional”. Según su visión, hoy el poder real reside en bancos como el J.P. Morgan, cuyos exdirectivos ocupan cargos clave en el gobierno nacional. Para Castillo, esta subordinación del Estado a intereses financieros extranjeros marca el inicio de un ciclo económico de concentración y desindustrialización, sostenido sobre una aparente estabilidad que podría desvanecerse en el corto plazo.




