Política

ESTATIZACIÓN DE LA UNIVERSIDAD DE LAS MADRES: ¿UN ABUSO?

El premio (que pagaremos) a Hebe incluye clases de baile gratis para los chicos (de La Cámpora)

ESTA LA PAGAMOS ENTRE TODOS

El Senado se prepara para convertir en ley la estatización de la Universidad de las Madres que impulsa el kirchnerismo. ¿Qué significa esto? Que, de continuar avanzando el proyecto, los argentinos deberemos financiar y hacernos cargo de las deudas que mantiene el establecimiento dirigido por Hebe de Bonafini, institución más reconocida por los escándalos de desvío de dinero que por su trayectoria como «universidad».

El Senado tratará hoy el proyecto oficial para estatizar la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo. Será una discusión caliente, atravesada por los cuestionamientos de la oposición a la iniciativa y por las sospechas del radicalismo acerca de la existencia de un pacto entre el Frente para la Victoria (FpV) y el PRO para conseguir la sanción del texto.

Según el senador radical Gerardo Morales, hubo un pacto político entre el jefe del gobierno porteño, Mauricio Macri, y la presidenta Cristina Fernández para que el PRO le asegure al kirchnerismo la firma del dictamen en comisiones, luego de que el Gobierno fracasara en lograr ese paso en dos oportunidades por falta de quórum. El legislador puso en dudas los motivos de la renuncia de la macrista Gabriela Michetti a la comisión de Derechos y Garantías, porque dejó ese lugar a la oficialista Hilda Aguirre, lo que le permitió al FpV avanzar con el proyecto.

Los opositores rechazan en duros términos los detalles del proyecto porque lo consideran una maniobra para liberar a la organización que preside Hebe de Bonafini de un presunto pasivo millonario.

Ayer, por caso, el senador radical Ernesto Sanz evaluó que la iniciativa es “un despropósito” y advirtió: “»Todos los argentinos nos haremos cargo no solo del plantel de profesores sino también de un pasivo de casi $200 millones»”.

“»Si buscamos conocer de dónde viene esa deuda de 200 millones, debemos tener en cuenta que Sergio Schoklender era el representante jurídico de la Universidad. Todo esto es una verdadera vergüenza”», afirmó el senador y titular de la UCR. Para Sanz, “se estatiza lo que hasta hoy es un instituto de formación privada, ni siquiera es una universidad” por lo que anticipó “un debate muy fuerte” en el recinto de la Cámara alta.

Uno de los cuestionamientos de Sanz apunta a irregularidades en el trámite parlamentario, porque –según denunció– el texto no tiene dictamen del Consejo Interuniversitario Nacional, como establece la ley. «“No se están siguiendo los plazos legales. Es un despropósito absoluto”», señaló.

A ese detalle se le agrega la sospecha opositora de que la iniciativa tiene por finalidad ocultar los rastros del escándalo por la construcción de viviendas populares de la Fundación Sueños Compartidos. “Sergio Schoklender era el representante jurídico de esta entidad. Era el representante, por ejemplo, cuando esta entidad pidió la acreditación universitaria. «Todo lo que hay alrededor de la Fundación está teñido por una investigación judicial por aquel desfalco de las viviendas. El Gobierno hace muy mal en mezclar esto con la creación de una universidad”», indicó Sanz.

Según informa el diario ‘Ámbito Financiero’, los senadores aguardan que hoy se entregue el informe de la auditoría que realizó la Corte Suprema con información fehaciente acerca del verdadero pasivo de la universidad.

Pero mientras los opositores reclaman conocer la verdadera situación antes de tratarlo el tema, el oficialismo y sus aliados piden estatizar el instituto como un reconocimiento hacia las Madres y su trayectoria.

En su momento, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, había anunciado que «esto se trata de un premio al esfuerzo de los docentes y estudiantes de la Universidad».

Pero, ¿de qué universidad estamos hablando?

La llamada Universidad Popular de las Madres abrió sus puertas –sin la aprobación del Ministerio de Educación– en 1999, con la dirección del escritor Vicente Zito Lema, en el histórico edificio de las Madres ubicado en la calle Hipólito Yrigoyen, a metros del Congreso de la Nación.

El 20 de noviembre de ese año se organizó un seminario que pretendía ser la antesala de la creación de la universidad. Allí disertó, entre otros, Sergio Schoklender, quien tituló a su conferencia “El derecho a la violencia”.

Entre otras cosas, según recuerda Agustín Laje, Director del centro de estudios ‘Libertad y Responsabilidad’, el por entonces mano derecha de Hebe de Bonafini sostuvo: “El mito más grande es esto de que la violencia es mala”. “Es cierto que el delito individual, ese delito callejero, es una de las pocas respuestas violentas que hay frente al sistema”. “Intentan hacernos creer a nosotros que existe una salida pacífica, que existe una salida no violenta. Esa salida no es posible”. “Nosotros tenemos que lograr transformar esa violencia individual en una violencia organizada. Tenemos que poder darles coherencia y organización a todos los estallidos sociales, no sólo al robo”.

Eran tiempos en los que la universidad se financiaba, según admitió Schoklender en su libro Sueños postergados, a través del delito.

Según Laje, Zito Lema, al contrario, pretendía financiar la universidad con métodos limpios, pero las cuentas nunca le cerraban. Al poco tiempo decidió renunciar y dejar una carta a la que nadie le prestó atención, pero que decía: “No quiero formar parte de algo que en el futuro pueda dar cabida a responsabilidades judiciales y a nuestra desacreditación pública”.

En agosto de 2002, Hebe de Bonafini decía a sus alumnos: “Cuando hablamos de socialismo, hablamos de socialismo revolucionario, no de un socialismo de partido, para ir atrás de todos estos bandidos que se están uniendo, juntando. Las Madres sentimos que somos el puente entre nuestros hijos y ustedes; desde 1986, venimos hablando de revolución, de marxismo, primero más tímidamente y después ya más lanzadas. ¡Revolución, socialismo y combate! La gente dice: ‘Ay, pero las armas’ ¡Caramba! Con zapallitos no vamos a poder hacer la revolución. ¡A prepararnos para ser revolucionarios, a prepararnos para armar el socialismo, a prepararnos para hablar de combate! Y a prepararnos, también, para usar las armas si alguna vez es necesario”.

El extremismo que se respira en los claustros de la universidad que posiblemente terminemos financiando entre todos es de tal magnitud que sus directivos y algunos docentes llegaron a reivindicar públicamente las acciones de Al Qaeda. Ocurrió, por caso, tras los atentados contra las Torres Gemelas del 11 de septiembre.

Además de Al Qaeda, y más cercano geográficamente, en la Universidad de las Madres se ha reivindicado también a la organización narcoterrorista colombiana Farc, tema de estudio de los alumnos de la institución desde 2001, dictado en cursos especiales, cuyos docentes invitados muchas veces están vinculados a la guerrilla colombiana tal como ha dejado trascender Schoklender.

El 25 de marzo de 2005, la Universidad de las Madres organizó un acto homenaje público por los 40 años de la creación del grupo narcoterrorista, ocasión en la que se proyectó un mediometraje filmado por las propias Farc.

«Los pibes tienen que tener su universidad», le escucharon decir a la Presidenta de la Nación en Casa Rosada, disgustada por los constantes fracasos de la agrupación juvenil La Cámpora en las pasadas elecciones realizadas en las universidades públicas de todo el país, según contó Luis Gasulla en el diario ‘Perfil’.

«(…) puertas adentro, los profesores de las tres carreras universitarias que se dictan están preocupados. La planta docente no supera los 100 profesores. La gran mayoría cobra como monotributistas, a pesar de que hace años trabajan como titulares de cátedra por la suma, en promedio, de $1.014. Denuncian que no se les realizan aportes patronales, no cuentan con ART ni obra social. Su situación es similar a la de los ex trabajadores de Sueños Compartidos. Los ayudantes de los docentes están ad-honorem.

La persecución ideológica a todo aquel que critique los mandatos de Hebe de Bonafini se han agudizado. Nadie conoce el verdadero nombre de «Bache», el nuevo hombre temido de la institución, capaz de sacar «a patadas» a un docente crítico como cambiar la cerradura de un aula para «molestar psicológicamente» al crítico. «Bache» realiza las mismas tareas que hacía Rubén «Pocho» Brizuela, el matón que oficiaba de custodio de Bonafini en Plaza de Mayo, tras la escandalosa salida de Sergio Schoklender.

«En la Universidad existe la misma lógica perversa que diseñó Sergio», asegura una docente que pidió licencia cansada del maltrato», escribió Gasulla.

Germán Ibáñez es profesor de la carrera de Historia y es el «bendecido de la Madre» para quedar al frente de la primera Universidad de un ministerio de la Nación, o de un gobierno, sostiene el mismo autor. Estuvo presente en la Plaza apoyando a la Presidenta y «con la militancia», el pasado 25 de mayo, y es un fanático del historiador Norberto Galasso.

Según sus detractores, no posee ni experiencia ni currículum para dirigir una Casa de Altos Estudios. Ni siquiera terminó una carrera universitaria.

Su contrincante es Marcelo Cortizo, egresado de la Universidad Nacional de San Martín, actualmente es el Director de la carrera de Trabajo Social. Oriundo de La Plata, como Bonafini, Cortizo posee más experiencia pero corre con desventaja. Ibáñez tiene llegada directa con el vicegobernador Gabriel Mariotto, el funcionario que más interés tiene en que el proyecto se concrete.

Según Gasulla, a Mariotto lo han visto en los pasillos de la Universidad, al igual que a la Decana de Periodismo de la Universidad de La Plata, Florencia Saintout. Tienen todo listo para el desembarco junto con «los pibes de La Cámpora».

Inés Vázquez, integrante del grupo de militancia «Las Cristinas», en la teoría sigue siendo la directora de la Universidad, pero su aporte es nulo. Las decisiones no pasan por ella.

El nuevo preferido de Bonafini no es docente ni intelectual. Se llama Daniel Narezo, supo ser productor de Víctor Hugo Morales y es socio de Fabiana Segovia, la mujer que más confianza y cercanía inspira al conductor de «Bajada de Línea». Narezo acondicionó el bar de las Madres. Lo rebautizó como «El revolucionario» continuando el estilo de «Perón Perón», su bar «militante» en Palermo. También está al frente de la radio de las Madres.

Siguiendo el relato de Gasulla, su poder es tal que en una ocasión estaban dando una clase magistral sobre la historia de las Madres de Plaza de Mayo en su aula magna y apareció Narezo. «Tenemos clases de baile». Ni la Directora de la Universidad se animó a quejarse. Los alumnos se retiraron del lugar acompañados por sus docentes.

Dicen que en el bar ya casi no hay fotos de los hijos desaparecidos. Sino, del rostro de Néstor y Cristina.

Por último, cabe la descripción de las dos sedes de la Universidad: no cuentan con salida de emergencia, tampoco con rampas para personas con capacidades diferentes y los matafuegos están vencidos.

Los alumnos de cuarto año de las carreras que actualmente se dictan no han presentado el título secundario correspondiente.

Los docentes no han estudiado las carreras de formación docente. No existen concursos. Las designaciones se manejan de forma discrecional.

Esta es la Universidad que el kirchnerismo pretende estatizar, la «universidad» que todos tendremos que pagar…

(fuente: URGENTE 24)

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