Política

LA BATALLA DE LA VILLA 20

desde la toma, y el posterior desalojo, el caos llegó para quedarse

EL DESMADRE

La nota prevista era para hablar sobre la cruel realidad de los vecinos de la Villa 20, pero ayer viernes a la medianoche se produjeron enfrentamientos entre fuerzas de seguridad que ingresaron al predio e integrantes de las bandas narcos que operan en la Villa 20, hubo una fuerte resistencia. Hay 4 efectivos heridos de bala, pertenecientes a la Policía Metropolitana.

Por Víctor Del Vento

 

A solo dos cuadras del predio, un vecino cede su casa para una reunión secreta con cuatro habitantes de la Villa 20 y Noticiario Sur. Esta reunión estaba acordada desde el martes, pero los hechos de anoche cambiaron “la agenda”. Los vecinos están atemorizados. Si había un “equilibrio” de poderes en la villa, se perdió. No saben si salir a trabajar o no, y si salen tienen pánico de volver y encontrar su casa saqueada y lo que es peor, en muchos casos echados a la fuerza de sus cuatro paredes y la familia en plena calle. Las clases de los chicos están suspendidas en los colegios de los alrededores. Hay problemas con la luz y con el agua. Los pasillos son más inseguros que nunca porqué son el campo de combate de la guerra de ambas bandas, y cada vez que las fuerzas de seguridad ingresan al predio, o a la villa.

Es absolutamente casual, pero la reunión parece una cumbre de las Américas: un argentino, un boliviano, una paraguaya, un peruano, y el dueño de casa, un uruguayo. La reunión, fue pactada en principio para hacer una nota contando las penurias de los habitantes de la villa desde la toma, la “desdemonización” de la mayoría y las mentiras sucesivas de todas las gestiones de gobierno (las pasadas, la presente y las futuras…)

Marta, vecina de la manzana dos, relató a Noticiario Sur: -Fue un infierno de tiros de uno y de otro lado. Todos estábamos tirados en el piso aterrorizados. A mi vecina, un tiro le mató el perro en la terraza. Mi persiana tiene dos agujeros de bala. Así no se puede vivir más. La toma solamente sirvió para rajar a Chancalay y dejar que sus socios se maten entre ellos para ver quién se queda con el negocio de la droga en la 20. La policía los conoce a todos desde siempre, tanto a los Jiménez (“la banda de los paraguayos”) como a los Ríos (“la banda de los bolivianos”)

José, aclara: -mientras Chancalay era el dueño de la villa, los Ríos y los Jiménez estaban controlados, pero con la toma empezó la pelea pero no solo por los por quedarse con el predio, porqué querían tener además del predio, “la avenida” como las otras. (José refiere a la Villa 1-11-14 donde los delincuentes usan las avdas. Perito Moreno, Cruz y Bonorino, practicando una suerte de guerra de guerrillas, con el clásico “aparecer, golpear y desaparecer”: salen de la villa, atracan a los automovilistas, vuelven a perderse en sus entrañas. Lo mismo con la Villa Zavaleta, con las avdas Alcorta e Iriarte.)

Sonia dice: -en mi casa de dos pisos vivimos 11 personas. Por el tiroteo estábamos todos abajo tirados en el piso por los tiros. A dos de los veía mi marido tirar de la casa de enfrente para el predio. Estaban muertos de risa y redrogados. El quería salir a pedirles que no tiraran más, pero no lo dejamos. Mis hijos y mis nietos lloraban y los perros estaban como locos ladrando. Y todos adentro de la misma pieza. En eso sentimos ruido de cosas que se rompían. Una bala entró no sabemos todavía por donde y le pegó a la garrafa. Nos dimos cuenta por el ruido. No sabemos como no explotó. Quedo marcada por la bala. Ayer nacimos de nuevo. Pero nosotros no podemos marchar para pedir que esto se termine porqué los narcos nos matan. Pero quisiéramos…

Miguel señala: -¿Que quieren terminar con la droga? ¿Desde cuando? ¿Porqué no se paran un día en Pola y Chilavert -por ejemplo- para ver el desfile de autos particulares, remises, taxis, camionetas y otros que vienen a comprar droga? La droga la manejan diez en la villa, pero nos jodemos diez mil. Yo tengo trabajo en blanco, tengo escritura de mi casa y pago la luz y todo como cualquiera. Mi terreno lo compré hace 20 años. Ahora; ¿si me voy de acá, dónde compro con la plata que me dan? ¿En otra villa? O sea que tengo que empezar de nuevo y pagar el derecho de piso, yo o mis hijos. ¿Y yo que hice? ¿Ser pobre?

Marta habla con igual conocimiento que calma: -Esto empezó cuando se enloquecieron todos los dueños de las piezas y empezaron a cobrar locuras a la gente, porqué se empezó a llenar la villa con mucha gente en los últimos cinco años. Los dueños la hicieron fácil, porqué con tanta gente y tan pocas piezas, siempre alguno te va a pagar lo que pidas.

Miguel confirma: -Si usted mira, se da cuenta que mucho más ya no se puede construir para arriba. Por eso mucha gente tiene problemas de vivienda, y el gobierno no ayuda ni a los que se la quieren pagar. Ni Macri, ni Cristina. ¿O acaso la gente que no es de la villa no tiene problemas para comprarle casa a sus hijos? ¿Y después nos carga a todos, la Vidal, diciendo que hay créditos para comprar casas? Le vienen mintiendo a la gente con la urbanización y mil promesas y acá el único que tiene todo solucionado es Chancalay que se hizo rico siendo socio de todos y sigue robando y los narcos, nadie más: el 99% de los que vivimos en la villa somos simples trabajadores.

José, indignado señala: -la gente que no es de la villa cree que acá todos tenemos planes. Eso no es así. Claro que hay planes y la mayoría a dedo. ¿Porqué no revisan cuantos maneja Víctor Nuñez (presidente actual de la villa), Chancalay o la Marta Yané? (del movimiento Evita, sindicada como copartícipe de la toma por el Fiscal Carlos Rolero y de quién se conocieron escuchas donde ofrecía materiales y dinero a uno de los “Ríos”) Los políticos hablan y son ellos los que les regalan planes, concluye José.

Agrega Sonia: -Por acá anda hace rato un tal Francisco, empleado de EDESUR, que maneja la luz en la villa, y que dicen que tiene como diez planes para su familia. Lo ves con la ropa de la empresa, la camionetita, el handy, todo, y los primeros días se instaló en la toma para tener su lote, hasta que el mismo Chancalay dicen que lo sacó a patadas en el culo. La mayoría de los planes los dan los del PRO y los del Frente porqué nos piden el voto todo el tiempo. Son lo mismo. Fijáte cuantas escrituras entregó Macri en la villa en estos años. ¿Y a quienes? A los que le aseguran el voto. Todos vienen a pedir el voto, son todos iguales: La Cámpora, lo mismo… (Y Chancalay de luz sabe bastante. Armó su propia cooperativa, llamada Cardenal Samoré, poniendo a su tío en el cargo de presidente. Desde allí, firmó con el GCBA distintos convenios para el mantenimiento de la luz en Villa 20 y en el NHT de Ciudad Oculta. Los convenios, según informaron distintos dirigentes de la Villa 20, eran firmados con la UGIS (Unidad de Gestión e Intervención social) lugar donde -afirmaron- tanto él, como Sahonero y otros «cooperativistas» que trabajan con la obra pública de la Ciudad, frecuentan y manejan a discreción.)

José sostiene con conocimiento: -Al hijo de Trinidad, -se refiere a Daniel Osvaldo Soto-, lo asesinaron solo porqué saltó a defender a un pariente, que les pidió a los narcos que no fumen marihuana ni paco en la puerta de su casa porqué les entra todo el humo todo el día. Mirá como se vive: no les pidió que no se droguen, les pidió que se corran un poco. Por eso nomás mataron a un gran muchacho. Trabajador, familiero, decente. Dejó dos hijos. ¿Se va a hacer justicia para Osvaldo? Él no fue a tomar. Él estaba en su casa. El asesino ahora va y viene entre Paraguay y la Villa porqué acá tiene mujer e hijos. Es un rastrero y nadie hace nada.

Marta: -Lo mismo que con Melina López. Es buena familia la de Maty (el novio) y ella era una muy buena niña para todos. Los que la mataron sabían que no le iban a sacar nada porqué bien los conocían de acá: ¿pero saben porqué la mataron, dicen los que conocen a Cañete y al Johnny? Porqué eran una parejita de buenos pibes: los dos iban al colegio, se pensaban juntar y eran chicos de buena familia. Por eso: por hacer daño a los que tienen una vida distinta. Cuando dicen los políticos que liberaron la zona nos da ganas de llorar. Aquí siempre estuvo liberada la zona. Pero ahora los dejaba hacer la Gendarmería porqué no conocen la villa y porqué son pocos.

Miguel: -acá no hay paz. Yo vivo en la 20 hace 32 años. En una época el problema eran los policías (Federales), que venían y hacían todos sus negocios acá con las putas, las drogas y todo lo robado por los pibes que ellos mismos mandaban. ¿O no se acuerda usted del Percha? ¡Quién no sabe todo el mal que ha hecho, y como reinaba aquí el terror cuando entraban el y los suyos! (Miguel, refiere al, -hoy-, ex policía Rubén “Percha” Solares, a quién el juez Pablo Ormaechea dictó la prisión preventiva en 2006 junto a los oficiales Lucio Montero, Juan Alberto Morteyrú y Rubén Solares, por por “homicidio simple” en la persona de Lucas Roldán. “El Percha”, aterrorizó la villa 20 mientras estuvo en la 52°, pero no por ser un policía duro, sino porqué le adjudican haber fusilado a muchos adolescentes en la zona, -incluidos algunos que aseguraban que el los enviaba a robar. Página/12 publicó en febrero de 2002 una investigación de Carlos Rodríguez en la que el protagonista era uno de los procesados por el homicidio de Lucas Roldán. Allí se relataban las muertes de dos pibes de Lugano, Daniel Barbosa y Marcelo Acosta. Los testigos contaron que sobre el cuerpo de Daniel apareció una percha, la clásica “firma” del oficial Rubén Solares, alias “Pelopincho”, “Viejo”, “Percha” o “Perchita”, quien sería el verdadero asesino y no el policía retirado que dijo haberlos baleado porque lo iban a robar. La esposa de otra supuesta víctima del fácil gatillo del policía, Gabriel “Piti” Ávarez, contó a ese diario cómo lo amenazó antes de su muerte y que “en el cementerio, cuando lo sepultaban, Percha se mostró sonriente y con el arma en la mano como diciendo ‘yo lo hice’”. Esas causas fueron archivadas.)

Sonia también recuerda con dolor: -En la puerta de la casa de mi hermana, el Cabo Bustos y tres policías andaban a los tiros con otros por droga, cuando pasó Camila Arjona con el novio. La pobrecita tenía 14 años y estaba embarazada de cuatro meses. Habían salido a buscar al hermano y estos salvajes la fusilaron por su espalda. ¿Y que hicieron? Pasar justo cuando los policías peleaban por sus negocios sucios con sus socios. (El asesinato fue en diciembre de 2005. El 17 de abril de 2006, Adrián Bustos, de 29 años, fue condenado por homicidio calificado. Los agentes Mariano Cisneros y Miguel Ángel Almirón fueron sentenciados a tres años de prisión. Durante el juicio los testigos dijeron que los policías, que bebían cerveza, pelearon con un joven, supuestamente en una discusión relacionada con la venta de cocaína. Extrajeron un arma y dispararon. Los tiros dieron en la espalda de Camila, que huía del lugar con su novio de 17 años. Pero a pesar de la condena unánime, la Justicia anuló la condena a prisión perpetua del primer juicio por un error técnico de uno de los jueces. El escándalo jurídico fue denunciado por Norma Díaz, la madre de la chica asesinada. El juicio volvió a celebrarse y los testigos a pesar del miedo volvieron a declarar y por segunda vez, Bustos volvió a ser condenado a perpetua. Uno de los principales testigos que permitió condenar a Bustos es un vecino: el albañil paraguayo Alfonso Paniagua, que declaró durante un careo con el ex agente Bustos. «Vos agarraste la pistola y le disparaste a la piba. Y, encima, le pisaste la cabeza», le había dicho. Tal fue la evidencia de abuso policial que rodeó el crimen de Camila que el propio jefe de la Policía Federal, comisario general Néstor Vallecca, le pidió perdón a la madre de la niña y reconoció la responsabilidad de sus hombres, que trabajaban entonces en la comisaría 52a, que fueron todos relevados.)

José: -No solo eso, acá durante el tiempo que funcionó la playa judicial, venían de todas partes a comprar repuestos de los autos. Tenían hasta horario y mostrador de comercio. De todo se conseguía. Por eso son preferibles los Gendarmes. Pero nadie mejor que los federales conoce a los Ríos y a los Jiménez y aunque muy decente sea el Sr Berni no podrá lidiar con los policías corruptos que tiene al lado.

Marta: -Por eso existe hace años también una bronca de los vecinos contra la Policía. Es como todo: no serán todos malos, pero se notan más que los buenos. ¿Que negocio no ha tenido aquí el asesino del “Percha”? Si todos sabemos que nadie le tocaba porqué además era quién recaudaba el dinero sucio para los distintos jefes de la 52°. Eso lo sabemos porqué el mismo lo decía: que era intocable. Por eso se aparecía en los velatorios de los mismos chicos que asesinaba despreciando a todo. (El 11 de febrero de 2002, frente al edificio 27 de lugano I y II, al menos cuatro testigos declararon haber visto al “Percha” fusilar a Daniel Barboza y a Marcelo Acosta, quienes momentos antes se encontraban charlando en la placita ubicada en el centro del barrio de monobloques, llamada también “el medio”, como refiere la madre de Daniel: Evaristo del Valle Vera. “El Percha”, cuentan, los hizo arrodillar y, lisa y llanamente, los ejecutó de un tiro a cada uno. Luego, en la soledad de la noche, se escucharon tres disparos más. Cinco en total. Todos los testigos coinciden en el número de disparos de armas de fuego escuchados esa noche. Un remisero de la agencia “El Garage”, le comentó a Ramón, tío de Daniel, que: “esa noche tenebrosa, de tanto calor, algo raro se intuía en el ambiente porque el coche que supuestamente querían robar los chicos, había estado dando vueltas durante mucho tiempo alrededor del Complejo Habitacional desde temprano”)

José: -Pero esto no termina. Cuando vecinos se animaron a denunciar a los organizadores de la toma porqué confiaron en el Fiscal (Carlos Rolero), la Jueza López Iñiguez le dio la espalda y dejó libres a todos los Ríos y a todos los Jiménez. Además de cagarse en la vida de los testigos porqué se negó a preservar su identidad, avisando al resto de la Villa 20: no hablen porqué se mueren. ¿Así querés que la gente se anime a denunciar? Encima los vecinos en la marcha nos putean a todos y quieren quemar la villa con nosotros adentro. ¿Ellos sufren? ¿Y nosotros y nuestros hijos? Tengo tres hermanos, estamos todos casados y sumamos 16 nietos y 24 bisnietos. No hay nadie en mi familia que haya pisado jamás una comisaría que no sea para hacer trámites. Hace 30 años que trabajo de albañil y nadie me regaló nada. ¿Porqué en vez de investigarme a mi no investigan al millonario Víctor Sahonero, que salió de acá, era villero como yo y se hizo rico con Chancalay cuando eran socios. Que explique como hizo para comprar la mansión que dicen tiene en San Vicente (Víctor Sahonero, se erigió en presidente de la Cooperativa de vivienda, crédito y consumo «25 de Marzo», que arregló cientos de contratos con la gestión macrista, como la construcción de viviendas en 7 manzanas de la villa, así como otras de obra pública en general y supo ser socio de Chancalay hasta que rompieron lanzas. Hoy se lo señala como poseedor de un importante contrato con el GACBA que tiene que ver con logística de traslados. Pero no termina ahí, porqué su estrella alcanzó a su hijo, Maxi Sahonero, quien es hoy Presidente de la Juventud Pro, -y niño mimado de la Vicejefa María Eugenia Vidal, dicen las buenas lenguas. Pero esto no es un mal inventado por la gestión actual, porqué estos buenos muchachos estuvieron con todos los gobiernos.)

UNA CITA

(de una nota de Perfil.com) … “algunos memoriosos como Diosnel Pérez recuerdan las palabras de la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, cuando visitó el asentamiento a mediados de 2006: “Dentro de un año, los niños tendrán un jardín lleno de flores y todas las familias vivirán en su propia vivienda”. El plan de construcción de viviendas, Sueños Compartidos, pasó por allí pero no levantó ni un ladrillo. A Pérez lo amenazaron de muerte por denunciar los negociados en la Fundación, un 24 de marzo. Los protagonistas de la historia de la villa 20 son siempre los mismos. Un año después de la promesa de Bonafini, el exjefe de gobierno porteño, Jorge Telerman, Bonafini y Sergio Schoklender recorrieron un barrio cercano: Los Piletones. “Lo que llamó la atención del acto inaugural” en el que se presentaba el plan para construir 420 viviendas en Los Piletones que relato en mi libro, El negocio de los derechos humanos, “fue la guardia pretoriana de diez morrudas mujeres del puntero y ex-boxeador Marcelo Chancalay, que custodiaba el lugar. Vestidas de color negro con borceguíes del mismo color y el pelo estrictamente recogido, las musculosas mujeres amedrentaban a un grupo que intentaba hacer llegar sus reclamos a la candidata Cristina Fernández de Kirchner”. Chancalay se codeaba con Sergio Schoklender. La Policía Federal seguía apilando autos abandonados en un predio lindante a la villa 20 en la que Chancalay, el creador de “Villa Tours” y ex-empleado de la UGIS, era amo y señor. Ocho años después, el hijo de Diosnel Pérez, sufre problemas respiratorios por la contaminación ambiental originada por el depósito de material rodante. Cuando parte de ese predio se limpió –aseguran que 30 mil vehículos pasaron por allí- muchos vecinos decidieron ocupar un terreno que a nadie parecía importarle. Desde los tiempos en que Aníbal Ibarra gobernaba la Ciudad, existen leyes que jamás se cumplieron, como la 1770 que decía que las parcelas del exdepósito de autos debían urbanizarse, tal como publicó Perfil.com. El tiempo pasó, pero Chancalay volvió a darse una vuelta por la toma, como en diciembre del 2010 lo hizo en el Indoamericano. Se mostró de día ofreciendo al personal del Ministerio de Seguridad resolver el tema “a su manera”. Al no obtener respuesta, paseó de noche, dándoles fuerza a los ocupantes para que no se vayan. En esta historia, algunos protagonistas pueden estar de ambos lados del mostrador, sin ponerse colorados.” (fin de la cita)

EPÍLOGO

La villa 20 tiene para estos vecinos presentes, una población de 40.000 personas. Puede ser. No hay datos porqué el último Censo fue -a decir de ellos- una risa y la población creció considerablemente desde entonces por la ventura económica de la “década ganada”. Mal que les pese a muchos, la villa no es más peligrosa que su barrio o el mío. La droga representa una salida de la pobreza estructural para algunos: -”Con un par de años de cocinar para los narcos y que tus pibes no la tomen, podes hacer un capitalcito para otra cosa, normalmente un tallercito para trabajar para La Salada, pero que la gente se quede tranquila porqué esos son los menos”, refiere Miguel. Con números reales, el índice de malandras no llega ni al “medio” por ciento de la población villera, pero es sabido que esos hacen que el resto caiga en el mismo caldero del odio popular. Pero no todos los economistas son como Cavallo, ni todos los abogados como Menem o como De La Rua. En la villa lo mismo. 

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