La muerte de dos animales en menos de dos días en el Ecoparque porteño, ubicado en el barrio de Palermo, volvió a despertar la polémica por el proyecto del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
El naturalista, museólogo y conservacionista Claudio Bertonatti analizó el estado de las instalaciones y aseguró que el Ejecutivo “no está impulsado ninguna medida que tenga que ver con la razón de existir de un zoo moderno o Ecoparque”.
Es decir, garantizar el bienestar animal; impulsar la educación ambiental; desarrollar programas de conservación o rescate de fauna, “que salgan al cruce de la extinción de las especies y ayuden a restaurar los ambientes naturales degradados”; y generar conocimiento científico en materia biológica o sanidad de los animales silvestres o ambientales.
Sin embargo, aparecen proyectos para “revolear animales”, derivándolos a cualquier lugar y cuanto antes, ya que es una forma de descomprimir económicamente. A su vez, añadió los recintos plagados de ratas y cucaracha; la duplicación del personal sin conocimiento en la materia y además desafectar edificios con fines comerciales.
Con esto sobre la mesa, el especialista consideró que “todo indica que lo único que los desvela es el negocio”, cuando lo mejor sería un centro de conservación de la naturaleza como en otras grandes ciudades mundiales.
