«En esta guerra nadie es ingenuo»
Hernán Villar, analista internacional, en diálogo con FRECUENCIA ZERO evaluó lo que está sucediendo con la invasión rusa en Ucrania, poniendo el foco en los diversos factores que desencadenaron este conflicto armado.
La tensión entre Rusia y Ucrania no es algo de reciente, desde la disolución de la USSR hasta la actualidad la confrontación fue subiendo de nivel hasta llegar a la operación militar que Vladimir Putin ordenó en la última semana.
Para tener una noción más cercana a la realidad, Villar aportó algunas claves de interpretación: “Hay cuestiones internacionales que son muy difíciles de sintetizar. Para comprender lo que sucede al otro lado del mundo, con una lógica totalmente distinta a la nuestra, como es el caso de Ucrania, tenemos que ver lo que está pasando hace 50 años. No es que Putin se levantó un día con ganas de invandirla, hay muchos factores e intereses que se vienen poniendo en juego hace bastante. Ucrania se volvió un actor fundamental en materia política y energética en Europa. Por allí pasan la mayoría de los gasoductos que abastecen a distintos países y la energía es muy cara en Europa. Desde el año pasado, cuando se empezó a agudizar todo, lo que podemos decir es que Zelenski escuchó los cantos de sirenas de la OTAN, que habían prometido apoyo armamentístico, algo que hasta el momento no ocurrió. Rusia por su parte dice que no es una invasión sino un apoyo a las provincias prorrusas de Donetsk y Lugansk, es todo un tema dialéctico. Lo que sí tomaron EE.UU y las potencias de la OTAN fueron distintas sanciones comerciales, que son el trasfondo real de lo que sucede y veremos cómo se desarrolla la guerra en este aspecto. Si Rusia queda aislado de todas las transferencias internacionales quedaría en una situación bastante endeble».
Acerca de las posibles repercusiones internacionales que tenga la intervención rusa, el analista opinó: “Vivimos en un mundo globalizado, todas las cámaras están centradas en Ucrania. Esto se puede ver por toda la cantidad de búsquedas que hubo en redes sociales y navegadores. Yo creo que las repercusiones que puede tener todo esto es que Putin se erige como el villano para todo occidente y para el mundo. Es un hombre muy duro, se recuerda lo que paso con los terroristas chechenos que tomaron un teatro (en 2002 cuando Putin ordenó gasear tanto a los terroristas como a los rehenes, terminando con la vida de más de 140 personas). Teniendo en cuenta los antecedentes, la OTAN sabía que si Ucrania se unía a su órbita Putin iba a reaccionar de esta manera, porque la amenaza que significaría tener bases enemigas cerca de su frontera no la iba a tolerar”.
El escenario mundial que viene
Más allá de los combates en territorio ucraniano, cada actor internacional defiende intereses propios que se dirimirán en las próximas semanas según la posición que se adopte con respecto al conflicto. Por eso, en este punto, cada decisión debe tomarse estratégicamente: “En el tablero de negociaciones no hay ningún ingenuo. Si a Rusia se le aplica sanciones muy duras, puede cortar el suministro de gas. Es cierto que EE.UU. empieza a ser exportador de gas y esto sería un gran negocio. Pero otra cosa a tener en cuenta, es que nadie quiere enfrentarse militarmente con Rusia, porque es una potencia mundial atómica y saben que si hay una escalada de los hechos se puede generar una conflagración mundial”, señaló el especialista en política internacional.
Por ultimo con respecto a la posición Argentina con respecto al conflicto entre Rusia y Ucrania, Villar expresó: «Desde Cancillería hicieron un llamamiento a la paz. Está bueno para analizar porque no se detalla quién está atacando a quién. Hay que buscar la neutralidad, más allá de condenar las acciones de guerra. Hay relaciones con Rusia y China a nivel económico, por eso Argentina se mantiene orillando lo que sucede. Siempre detrás de una guerra hay intereses. En Iraq no hay democracia aunque ese era el objetivo, lo mismo en Afganistán que volvieron los talibanes después de 20 años. En algún momento le van a exigir que Argentina se pronuncie, como por ejemplo en la Asamblea Anual de la ONU. Como todavía se están dirimiendo los términos del conflicto, lo más prudente es trabajar por la paz y no dar una opinión formal ahora».