Argentina incursiona en la Antártida con cultivos hidropónicos
La Argentina puso en marcha el proyecto para producir verduras en la Antártida, mediante cultivos hidropónicos. Se trata de dos variedades de lechuga, rúcula y perejil en el Módulo Antártico de Producción Hidropónica (MAPHI), instalado en la Base Marambio con un sistema de aislamiento tricapa y con calefacción a base de energía eléctrica para soportar las bajas temperaturas.
El trabajo es encabezado por técnicos del Comando Conjunto Antártico (Cocoantar) y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), cuyo objetivo es abastecer de vegetales frescos a la dotación argentina. Las primeras verduras fueron producidas a mediados de mayo, evaluando el funcionamiento y la calibración de los sistemas, y se pronostica que el primer operativo esté a fin de mes.
Para esto, se implementa una técnica de cultivo sin suelo, en que las plantas reciben los elementos nutritivos mediante un medio líquido. De este modo, se destaca la eficiencia en el uso del agua, alta compatibilidad con el automatismo del proceso productivo y la optimización de uso de espacios pequeños; lo que permite la producción en suelos de mala calidad, poca disponibilidad de H2O o con adversas condiciones climáticas.
El investigador del INTA y de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA), Jorge Birgi, contó el proceso iniciado en 2015 pero que se pudo concretar hace poco, debido la pandemia del Covid- 19. «Es la primera vez que se hacen verduras frescas acá. Es un logro que las tengamos sin depender del Hércules», expresó en diálogo con FRECUENCIA ZERO.
Las especies fueron seleccionados en base a la demanda de la dotación anterior. Según el especialista, los resultados están por arriba de lo esperado en términos de producción y tasa de crecimiento de los vegetales. «Pensamos que nos íbamos con sembrar las primeras plantas y nos vamos con la primera cosecha. Fue muy rápido, incluso para los ensayos que habíamos hecho en laboratorios», aseveró.
Actualmente, tienen más de 200 plantas de lechugas verdes y rúcula para cosechar. Si bien están con los primeros consumos de microgreens, esperan las tandas de consumo masivo en los inmediato. La intención a futuro es plantar albahaca morada y verde, acelga y espinaca. Sin embargo, el gran objetivo es la frutilla porque el módulo contempla este tipo cultivos. «Sería un salto de calidad en cuanto a lo que se le puede ofrecer a la dotación. Esperemos que a través de los ensayos en el laboratorio se pueda lograr el ingreso de las platas», cerró.