Sociedad

Valorarte: Centro de Rehabilitación en adicciones

Patricia Di Pasquale y Sergio Landini, presidenta y director de la Institución, nos hablan de un trabajo preventivo-asistencial que funciona desde hace 25 años.

En el año 1998, nació Valorarte: una asociación civil sin fines de lucro, que trabaja con adicciones, alcoholismo y otras patologías asociadas. Funcionan como hospital de día, jornada completa, jornada simple y con tratamientos ambulatorios. Valorarte reúne a padres de pacientes que han finalizado su tratamiento y desean colaborar con una Comisión Directiva, integrada por psicólogos, psiquiatras, terapeutas, operadores socio-terapéuticos, trabajadoras sociales y una médica clínica. Sergio Landini, director de Valorarte, junto a Patricia Di Pasquale, mamá de un paciente recuperado y presidenta de la Institución, cuentan de qué trata este camino.

¿Cuándo se inicia la recuperación de una persona adicta?

D: Muchas veces, el primer paso no lo da la persona que padece la adicción, sino su familia. Pero, también, hay personas que se dan cuenta solas de que hay algo que no funciona bien y dan ese primer paso hacia la recuperación. Hay una rueda del cambio que empieza por un período precontemplativo, donde la persona no percibe el problema; un período de contemplación, donde empieza a problematizarse, pero aún no está dispuesta a la acción; y un momento posterior, donde empieza a motivarse para tomar alguna medida con su problemática. En todos los casos, acercarse a un centro de rehabilitación puede ayudar para acelerar este proceso y hacer que llegue a buen término.

¿Cuál debería ser el rol de la familia del paciente?

P: Es muy importante la contención familiar. En Valorarte hay grupos de hermanos, de parejas, de hijos que se reúnen, aparte del grupo de padres, para trabajar cada uno con su rol. En mi caso, cuando yo llevaba a mi hijo pensaba: ‘Valorarte lo va a curar, le va a sacar esta adicción’. Con el tiempo, nos dimos cuenta de que toda la familia necesitaba un cambio. Por eso, no es sólo que nuestro familiar deje de consumir, sino que todos comencemos a tener una vida sana.

¿Cómo acompañan a aquellos jóvenes que no tienen la contención ideal fuera de Valorarte?

P: En Valorarte tenemos unos dispositivos, como padrinos, que acompañan a los pacientes. Y, también, hay otro dispositivo que se llama “módulo viajero”, en el que los jóvenes son recibidos por una familia en su domicilio, haciendo que cumplan las normas de su tratamiento. Una casa que está preparada para recibir a una persona en tratamiento por adicción, facilitando el diálogo y la expresión de los sentimientos. Esta familia los acompaña a sus terapias, a las reuniones familiares que suceden durante el tratamiento, resultando algo muy importante.

¿A partir de qué momento se puede hablar de un paciente recuperado?

D: Hay varios parámetros que se toman en cuenta. La primera etapa es la abstinencia. Pero esta, solamente, no nos dice nada al respecto de la situación del paciente, ya que puede tener por dentro aún muchas cosas sin trabajar. El paciente puede estar sosteniendo esta abstinencia desde una fuerza de voluntad, pero no desde una recuperación. La segunda etapa es la de trabajar duelos y traumas. Y la tercera etapa es la de la reconexión con un proyecto de vida y con grupos de pertenencia sanos y positivos. La estabilidad, en términos de no repitencia de situaciones de impulsividad, de violencia, también es importante. Así como la aceptación y el levantamiento personal de valores que tienen que ver con la vida y la recuperación. Todo esto forma parte de un conjunto que Valorarte analiza a la hora de definir que un paciente está para el alta terapéutica, para lo que denominamos la graduación.

¿Cuál es el acompañamiento posterior e inmediato?

P: Hay un acompañamiento posterior para las familias, hay reuniones mensuales de papás graduados. Sigue habiendo una comunicación constante con los papás y con quienes eran pacientes. Tienen su grupo de apoyo; saben que, ante cualquier dificultad, pueden volver. Siempre es bien recibido un graduado en Valorarte: su testimonio da esperanza, al igual que el de sus familias. A lo largo del año, hacemos actividades que favorecen los vínculos. Y, entonces, allí se produce el reencuentro. Hace poco, tuvimos el festejo de los 25 años y fue de mucha alegría, porque con muchas de las familias que vinieron hemos compartido momentos muy dolorosos en el pasado.

¿Por qué es importante visibilizar lo que sucede con las adicciones?

D: Es importante porque gran parte de la población se ve afectada por esta problemática. Y porque hay una menor percepción de riesgo por parte de la población, producto del acostumbramiento y de los medios masivos de comunicación, que, sin saber, opinan sobre una problemática que es gravísima. Las adicciones son un grave problema de salud pública, en términos económicos y afectivos. Abusar de sustancias implica dejar de lado el raciocinio como regulador de la actividad para pasar a una actividad desregulada, con lo cual las consecuencias pueden ser angustiosas y dolorosas para el individuo y para su entorno. Pero hay una fuerte campaña por invisibilizar esta problemática y naturalizar el consumo de sustancias. Las drogas pueden tener muchas consecuencias negativas, incluso aquellas que se plantean como las más inocuas. Todo esto debe ser evaluado para afrontar el problema de la drogodependencia.

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2 comentarios

  1. Ojalá esté sea el camino de tu recuperación hija del alma que acá encuentres la paz y ayuda que hace mucho buscas vos y todos nuestros. Te amo con todo mí corazón ❤️

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