TE CORRO HASTA EL OBELISCO
Y Macri tuvo su Mónaco…
LA CARRERA DEL SUPER TC 2000 CONVOCÓ A UNA MULTITUD
por Víctor José Del Vento
Con más de 500.000 espectadores se realizó la carrera de la categoría Súper TC 2000 en las calles del centro de la Ciudad de Buenos Aires, en un espectáculo que hacía 60 años que no se realizaba.
Mientras el Gálvez en silencio debe rumiar su extrañeza, en el centro del mundo, -dirían algunos-, como escenario, se corrió una carrera de una categoría que va por más.
Los íconos arquitectónicos porteños (el Obelisco, el Colón, el Cabildo, la Casa Rosada, la Catedral, etc., etc.) fueron los puntos de referencias para los pilotos que los recorrieron una y otra vez en una carrera que costó alrededor de 3 millones de dólares en su organización (¿el arreglo de las calles quién lo bancó?).
La empresa organizadora firmó para hacer una carrera por año hasta el 2016 con los atractivos autos de Súper TC 2000.
En esta primer edició, el podio al podio treparon, -como vencedor- Mariano Werner (Toyota), seguido del brasileño Carlos ‘Caca’ Bueno y tercero, Jorge Trebbiani, ambos con Ford.
«Esta carrera fue una fiesta increíble. En los dos días que duró ha movilizado a familias enteras, a gente que vino desde lejos», expresó Mauricio Macri, Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Desde temprano, miles de personas accedieron a los 3.080 metros del circuito organizado en el centro de Buenos Aires y esperaron al inicio de las actividades, que incluyeron a dos categorías que giraron antes de la principal: la Fiat Competizione y el TC 2000.
Uno de los momentos más tensos de la mañana fue el despiste de Agustín Calamari, cuando su Renault chocó contra uno de los muros de contención y obligó a demorar quince minutos el reinicio de la competencia hasta que concluyeron la limpieza total del circuito.
El ganador fue Mariano Werner que expresó: «Me llevo la mejor sensación de mi vida, estoy más que feliz. Nunca viví algo como lo de hoy en la vuelta de honor», dijo el oriundo de la provincia de Entre Ríos, que se bajó de su vehículo para saludar a los miles de fanáticos en las calles porteñas.
